El plan de diagnosis y modernización de las zonas turísticas de Menorca, que el Consell está elaborando desde el pasado mes de noviembre conjuntamente con las patronales turísticas, las asociaciones de vecinos y los ayuntamientos, ha detectado más de 400 deficiencias, en concreto 410 actuaciones de mejora. El documento, el primero de elaboración conjunta entre todos los agentes que se redacta en la Isla, se encuentra en fase de revisión y el departamento de Economía y Territorio confía en presentarlo públicamente antes de Semana Santa, aunque ya ha activado recursos humanos dedicados a la búsqueda de financiación para poder ejecutar las reformas.
Aunque el detalle de este exhaustivo trabajo de diagnosis todavía no se ha hecho público, este diario ha podido acceder a la dimensión de las tareas pendientes. Ahora falta por ver la factura de poner al día las zonas que concentran a un mayor número de turistas en la Isla. Para ello, el Consell ha encargado a los consistorios que saquen del cajón todos aquellos proyectos de mejora que ya están redactados y presupuestados, así como que lleve a cabo un cálculo del coste de todas esas acciones de mejora. El objetivo es hacerse una idea del coste global del plan de mejora antes de empezar a priorizar actuaciones y buscar financiación por todas las vías posibles.
Algunos de los problemas transversales en la gran mayoría de zonas turísticas, se ha analizado un total de 39, son el mal estado de los accesos en carretera, las deficiencias o falta de eficiencia en el alumbrado público, la mala imagen del cableado de telecomunicaciones, la ausencia de infraestructuras de saneamiento como el alcantarillado, los problemas de accesibilidad en las zonas de paso de viandantes y la puesta a punto de zonas ajardinadas, este último un aspecto lógico teniendo en cuenta que el diagnóstico se ha hecho en pleno invierno y que normalmente las brigadas actúan cuando se acerca la época de llegada de visitantes.
En algunas de esas carencias ya se está actuando a través de planes como el de eficiencia en el alumbrado público, financiado a través de las Inversiones Financieramente Sostenibles y el Plan Insular de Cooperación, o el Plan de Accesibilidad. Otras son mucho más costosas como la dotación de alcantarillado o las actuaciones en las carreteras. Por ello, el Consell coordinará la búsqueda de financiación por tierra, mar y aire, ya sea con fondos europeos (Feder y Leader), a través del Ministerio de Turismo, a través de las ayudas para actuaciones de eficiencia del IDAE, a través del impuesto turístico y también de los fondos propios de las administraciones locales. A esa caza de dinero el Consell ya ha destinado personal.
Financiación
El plan de diagnóstico ha recibido el respaldo de las patronales turísticas, que llevan años reclamando que se tomen medidas contundentes para mejorar las urbanizaciones turísticas, en el caso de PIME con dos décadas de informes anuales sobre el (mal) estado de las urbanizaciones. No obstante, los empresarios son escépticos en relación a la obtención de los fondos, más aún teniendo en cuenta la reciente decepción que han sufrido, después de que la Comisión de Impulso del Turismo Sostenible, la que se encarga del reparto de la recaudación de la ecotasa, haya rechazado un proyecto presentado por el Consell de acuerdo con el sector, que implicaba la obtención de seis millones de euros para ejecutar mejoras en las zonas turísticas.
Por otra parte, cabe recordar que a falta de que se concrete con la firma del preceptivo convenio, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se ha comprometido a aportar a ese fin 1,4 millones de euros en Menorca. Una medida extraordinaria anunciada a raíz de la crisis generada por la quiebra del turoperador británico Thomas Cook. Este plan de diagnosis debe servir para tener muy claro dónde actuar en el momento en que lleguen esos u otros fondos. El Consell pretende erigirse en coordinador de las actuaciones, facilitando compras centralizadas que agilicen las actuaciones y también permitan un abaratamiento de los costes.