Esquerra de Menorca - Esquerra Unida no ha podido organizar este año el homenaje de cada 14 de abril en el cementerio de Maó con motivo del día de la República. Sin embargo su coordinador insular, Pablo Jiménez, hizo público ayer un manifiesto en el que carga contra el «anacronismo» que supone mantener la monarquía en España y se despide con la consigna: «Este año, ni corona ni virus».
El también diputado autonómico señala que «nuestra sociedad no puede tener al frente un monarca con el privilegio de la inviolabilidad recogido en la Constitución y que, a diferencia del resto de los ciudadanos, no responde de sus actos».
Ante la crisis económica que se avecina por el impacto del coronavirus, Esquerra Unida defiende que, a diferencia de lo que sucedió en 2008, «la clase trabajadora no puede volver a pagar la factura de la recuperación frente a las grandes fortunas y sus empresas depredadoras». El partido también aboga abiertamente por la nacionalización de sectores estratégicos para la economía del país, incluida la banca, con una «reforma fiscal justa» que combata los paraísos fiscales y suprima las sociedades de inversión.
La República empezó en 1931 pero se suicidó en 1936. A partir de febrero de 1936 en España se pisoteaba cada día la legalidad republicana bajo el gobierno del frente popular cuya "interminable serie de abusos en la primavera de 1936" en palabras del gran historiador e hispanista Stanley G. Payne "no tenía precedentes en ningún país de Europa... cierres arbitrarios de escuelas católicas, incautaciones, aplicación de la censura a nivel general, miles de detenciones arbitrarias, impunidad de los actos criminales perpetrados por miles de miembros del Frente popular, manipulación y politización de la Justicia, disolución arbitraria de organizaciones derechistas, repetición arbitraria de elecciones en Cuenca y Granada con exclusión de la oposición, incremento de la violencia, 444 asesinatos políticos, secuestro y asesinato del portavoz de la oposición Sr. Calvo Soltelo... unas condiciones de opresión tan extremas que, sin duda, hubieran provocado rebeliones en muchos otros países..."