Dos parejas de socorristas profesionales de la empresa Marsave fueron este viernes, prácticamente, los únicos moradores de las playas de Son Bou y Cala en Porter, de Alaior, en cumplimiento del plan de salvamento propio que marca el inicio anual del servicio el 1 de mayo.
La imagen resultó insólita, sin embargo, puesto que hubo socorristas y bandera roja pero no bañistas dado que se mantiene vigente la prohibición de darse un chapuzón en el estado de alarma. A partir de este sábado solo podrán desplazarse a las playas las personas que vivan a menos de un kilómetro de ellas para pasear, o bien para hacer deporte si están dentro de su municipio, aunque no se puede utilizar el coche para ir del pueblo a la playa.
El Ayuntamiento que preside José Luis Benejam ha sido el único que ha interpretado de esta forma la instrucción técnica 1/2020 de la Dirección General de Emergencias, transmitida el día 30 de abril, por la que los consistorios han de adaptar sus planes de salvamento a las playas «para su adecuación al despliegue efectivo en la transición hacia una nueva normalidad aprobada por el Consejo de Ministros». Otros ayuntamientos, además, no han podido cumplirla porque todavía no tienen cerrada la contratación de este servicio que se ha retrasado por las circunstancias actuales.
El documento del jueves causó confusión entre los ayuntamientos de la Isla ya que el martes la misma DGE había remitido otra instrucción técnica provisional aunque mucho más concreta. En ella sí indicaba que los municipios «deberán dar comienzo a la temporada de playas activando los servicios de rescate, salvamento y socorrismo a partir del 1 de mayo». En la de este jueves la DGE admite que hasta que no haya libre circulación de las personas no se puede iniciar la habitual temporada de playas.
La DGE indica que los vigilantes son imprescindibles para ayudar a la Administración a implantar las medidas de seguridad que se adopten en las playas de Balears. En todo caso, la autoridad sanitaria aún no ha precisado cuál será el protocolo específico para aplicarlas. La actividad de los socorristas, cuando desarrollen su labor plena, también se verá afectada por sus propias medidas de autoprotección.
La instrucción técnica subraya, además, que los servicios de socorrismo de cada playa deberán dar apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad para que se cumplan las medidas establecidas, y velarán por las referidas al distanciamiento social, densidad y actividades permitidas.