El puerto de Son Blanc, en Ciutadella, se ha convertido esta semana en el primero del Archipiélago que ha puesto en funcionamiento una cámara termográfica para tomar la temperatura de los pasajeros que desembarcan en el muelle del dique y alcanzan la terminal.
Ports de Balears adquirió el dispositivo que ha instalado la empresa de seguridad Jarc Menorca, como será habitual en el resto de terminales aeroportuarias a partir de las nuevas normas de seguridad sanitaria. La cámara termográfica y el ordenador donde se recoge la información se acompañan de un aparato blackbody que marca la temperatura de referencia, siempre 35 grados, para la propia cámara, que posteriormente obtiene la diferencia en tiempo real y detecta la temperatura de los rostros que enfoca cuando entran en la terminal. El margen de error es de 0,2 grados. Si el dispositivo registra una temperatura superior a los 37,5 grados salta una alarma que recoge el empleado que es quien observa el ordenador en la entrada de los pasajeros, explica Lluís Moll, de la empresa Jarc Menorca. Es entonces cuando se inicia el protocolo de seguridad que pasará por una primera información al pasajero y posterior atención primaria. El coste de este sistema para detectar la temperatura corporal de las personas ronda los 16.000 euros.