En estado semiruinoso. Acumulación de restos de obra. Edificaciones sin puertas de cierre y con presencia (en algún momento) de ‘okupas'. Depósitos con agua estancada. Y mosquitos. Muchos mosquitos que están llevando de cabeza a los vecinos de la zona.
La antigua depuradora de Cala en Porter lleva en desuso en torno a una década y la puesta en marcha de la nueva instalación no vino acompañada de un proyecto para reutilizar la que se cerraba, aspecto que lamenta el actual equipo de gobierno. El Ayuntamiento ha ido vaciando las piscinas para evitar problemas de salubridad. Aunque su estado clama acciones contundentes.
Es por eso que el equipo de gobierno, consciente del estado de deterioro y la necesidad de actuar en consecuencia, aprobó la semana pasada un proyecto de adecuación con la que acabar con el intrusismo, con los ‘okupas', además de dotar la zona de seguridad para evitar caídas a quienes salten dentro de la instalación. La acción más destacable será el rellenado de las piscinas y, por tanto, la supresión de las aguas estancadas. Fin a los mosquitos y al peligro.
Los vecinos se muestran hartos de tener que convivir con el deplorable estado de la instalación. Indican que «no queremos pasar otro verano así, pedimos que se solucione ya». Alertan que es «un punto de suciedad con una acumulación de escombros, nido de ratas y foco de infecciones producidas por la proliferación de mosquitos, tanto comunes, como tigre y flebotomos, transmisores de la leishmaniosis». También apuntan al entorno, que muestra una imagen nada halagüeña con una embarcación y un coche abandonados.
Una de las vecinas explica que en octubre del año pasado presentó a la Conselleria de Salud y Consumo un escrito de denuncia. Ésta le notificó que había dado traslado del documento al Ayuntamiento de Alaior por motivos competenciales. Y lamenta que no se haya dado respuesta a su reclamación tras seis meses de silencio. En otro escrito solicita ahora información de las acciones que ha hecho el Ayuntamiento para solucionar este problema. Anuncia que iniciará una nueva recogida de firmas y no descarta, si el problema persiste, acudir al Defensor del Pueblo.