El año 2020 se presenta atípico incluso en las pequeñas cosas. Las farmacias no venderán este invierno ninguna vacuna para la gripe ya que la industria farmacéutica ha comprometido todas sus dosis a las diferentes administraciones públicas. De esta manera, las personas que no estén en ningún grupo de población de riesgo no podrán inmunizarse.
Las más de 200.000 vacunas que Balears tiene compradas para encarar la campaña de este invierno están en manos de la Conselleria de Salud del Govern, que gestionará a quién y dónde deben administrarse. Y el quién está claro: únicamente se suministrará a los grupos de riesgo. A falta de conocer hoy más detalles se sabe que históricamente han sido los mayores de 65 años, los enfermos crónicos (entre los que ahora se incluyen los hipertensos), mujeres embarazadas, profesionales sanitarios y de otros servicios considerados esenciales.
La compra masiva de vacunas por parte del Estado y de las diferentes autonomías deja un daño colateral a las boticas.