Las agencias de viaje menorquinas se encuentran en una situación muy delicada. A la caída en picado de los desplazamientos, y en consecuencia de la facturación, se le suma un problema de liquidez agravado por el impago que están sufriendo por parte de las compañías aéreas, que están demorando los pagos pendientes por la anulación de vuelos, cruceros y paquetes turísticos. Las agencias se encuentran en medio del problema. Tienen que hacer frente a las reclamaciones de dinero de los clientes sin que en muchos casos hayan recibido de vuelta el dinero abonado a las compañías aéreas, que a su vez se encuentran en una grave situación financiera provocada por la crisis sanitaria.
El presidente de la Agrupación Empresarial de Agencias de viaje de Balears en Menorca, Lorenzo Pons, alertaba ayer de que la situación del sector en la Isla es «bastante dramática». Explica que las agencias emisoras ya arrastraban una situación complicada en un sector en que cada vez gana más terreno la venta directa y en que las agencias on-line siguen comiendo terreno a las agencias tradicionales. Ahora se le suma un problema de liquidez que amenaza con el cierre de empresas. Algunas fuentes del sector temen que más del 20 por ciento de las empresas del sector se podrían ver abocadas al cierre si continúa la situación actual.
Estimación de la deuda
Desde el sector calculan que en estos momentos la deuda de las compañías aéreas con las agencias de viaje asciende en el conjunto del archipiélago balear a los siete millones de euros. Una estimación del volumen de esa deuda que sufren las empresas menorquinas sitúa ese montante entre los 500.000 y los 700.000 euros. La inmensa mayoría de las agencias han tenido que recurrir a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y han reducido su horario de atención al público para capear en lo posible el peor temporal que recuerdan.