Menorca ha despedido la peor temporada turística de la historia y cada nueva estadística que se publica lo confirma. La encuesta de movimientos en fronteras Frontur revela la pérdida de turistas que ha sufrido el destino desde el mes de marzo, cuando se declaró el primer estado de alarma, hasta septiembre, el último cerrado. El balance de esos siete meses es demoledor. Han llegado 363.400 turistas, prácticamente un millón menos que en el mismo periodo del año pasado. Ese descenso de llegadas, del 72,3 por ciento, tiene su reflejo en la encuesta de gasto turístico, con un balance de poco más de 300 millones de euros, mil millones menos que el año pasado, un descenso del 76,6 por ciento, a falta de conocer los datos del mes de octubre.
Han venido mucho menos turistas y los que lo han hecho han gastado menos. Así lo refleja la estadística publicada por el Institut d'Estadística de Balears (Ibestat), que sitúa el gasto medio por turista en lo que va de 2020 en 91,05 euros por persona y día, cuando el año pasado a estas alturas el desembolso medio se situaba prácticamente en 132 euros, un descenso del 31 por ciento, casi 41 euros menos por persona y día que sitúa Menorca como la isla balear que más ha sufrido la contracción del gasto turístico. No en vano, en Mallorca el descenso de ese indicador es del 22,3 por ciento y en Eivissa, del 19 por ciento.
En el resto de islas, no obstante, la pérdida de visitantes ha sido mayor, del 87 por ciento en Mallorca y del 85 por ciento en Eivissa. A mayor actividad turística en circunstancias normales, mayor ha sido la caída provocada por la crisis sanitaria que, cabe recordar provocó el cierre turístico de las Islas durante prácticamente tres meses, entre mediados de marzo y mediados de junio.
El gran descalabro lo ha provocado el freno al turismo internacional. Casi nueve de cada diez turistas perdidos son extranjeros y especialmente ciudadanos del Reino Unido, cuya presencia en la Isla ha descendido esta temporada casi un 96 por ciento, mientras que la del turismo nacional ha caído en menor medida, un 36,5 por ciento. No obstante, ha sido el visitante español el que más ha reducido su gasto medio, un 17,8 por ciento, por el 12,15 por ciento de los visitantes extranjeros. La mayor pérdida de clientes se ha registrado en los establecimientos hoteleros, con un descenso de casi un 83 por ciento.