El personal de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Mateu Orfila carga contra la directora médica, Tamara Contreras y exige la dimisión, por el conflicto por el cese del jefe de este servicio, Ramón Fernández-Cid. En un comunicado, la mayoría del personal de esta unidad acusa a Contreras de haber causado «más que conflictos y haber desestructurado un servicio que ya estaba encaminado a mejorar su calidad sin necesidad de que ella supervisase directamente este proyecto». Los trabajadores añaden que «un servicio que funciona, no lo toque, doctora Contreras».
En el escrito lamentan la falta de diálogo. «Nos parece surrealista e irresponsable que tanto el Gerente como la Directora Médica hayan declinado, tras petición de la Junta de Personal, tener una reunión con nosotros para tratar una situación que afecta a todos los ciudadanos de Menorca como usuarios del Hospital Mateu Orfila», afirman.
Es más, consideran que debe ser la doctora Contreras, que tiene la especialidad médica de Medicina Intensiva, «la que debe explicar porqué existe incompatibilidad en implantar los indicadores de calidad en UCI con que el Dr. Fernández-Cid pueda coordinar desde su puesto esta tarea». Argumentan que Fernández-Cid «es el médico más veterano de UCI y el que mejor conoce a su personal, y no la Gerencia y la Dirección Médica que llevan un año en el hospital desempeñando su cargo».
En este sentido, reprochan que la dirección del hospital no haya explicado de forma clave los motivos por los que han decidido el cese de Fernández-Cid como jefe de la UCI. «Queremos dejar patente nuestro malestar por encontrarnos ya en el octavo día de esta situación y seguir sin conocer qué motivos han justificado el cese del Dr. Ramón Fernández-Cid. En lugar de tener un bloque de argumentos que la justifiquen hemos ido recibiendo pinceladas que en ningún caso responden a cuestiones lo suficientemente graves como para justificar el cese», indican. También defienden la labor desempeñada por el galeno en los 20 años que ha liderado el servicio, «es el que mejor conoce a su personal, y no la gerencia y la dirección médica que llevan un año desempeñando su cargo».
Por otro lado, la plantilla de la UCI acusa a Contreras de no ser objetiva en este conflicto: «Está dando con una vara mucho mayor de exigencia de criterios al Servicio de Medicina Intensiva que es de los que mejor está funcionando cuando podría dedicarse de una manera más persistente a otras prioridades».
Por otro lado, acusan al gerente del Área de Salud de Menorca, Romà Julià, de mentir: «Que no realice más declaraciones no verídicas, tergiversando la verdad que todos conocemos. Fernández Cid no quiere firmar un cheque en blanco, lo mínimo es argumentar las causas del cese y explicar el nuevo modelo asistencial», denuncian.
También rechazan las acusaciones de insultar o faltar al respeto de los cargos directivos del hospital, «las manifestaciones responden a la voluntad de que se readmita nuestro compañero, con el que se ha tenido un trato injusto y ha sufrido un acoso injustificable laboralmente».
El comunicado finaliza con un mensaje de tranquilidad a la sociedad menorquina: «las reivindicaciones no condicionan el servicio ni la profesionalidad que existe en la UCI del Mateu Orfila».