Las mejoras que el Consell quería introducir para dar un gran impulso al uso del servicio público de transporte por carretera tendrán que seguir esperando. El departamento de Movilidad del Consell no llega a tiempo para licitar los nuevos contratos de las distintas zonas del mapa del servicio insular de autobús antes de 2021. Los antiguos contratos expiraban a finales del año 2018 y las dos prórrogas anuales –el máximo legal– aprobadas desde entonces no han sido suficientes para sacar adelante el nuevo servicio. Ahora los técnicos de la institución buscan fórmulas para prolongar dos años más los contratos actuales y las mejoras en el servicio se intentarán introducir paulatinamente para llegar a los objetivos iniciales «en un plazo de cinco o seis años».
Paulatinamente
Son las previsiones de la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, quien explica que la pandemia ha echado por tierra el farragoso trabajo de análisis de rutas, usuarios y frecuencias que se había llevado a cabo para poner en marcha el nuevo servicio, así como los estudios económicos de viabilidad, una «vuelta a empezar» en toda regla que además se enfrenta a un escenario incierto para el servicio en los próximos años, a la espera de ver cómo evoluciona una pandemia que ha reducido drásticamente el número de usuarios del transporte público menorquín.
El Consell llama la atención sobre el hecho de que hay otras regiones que se encuentran en la misma situación, lo que le hace confiar en conseguir esa nueva prórroga con el objetivo de finalizar todos los trámites y procedimientos abiertos en la nueva reestructuración del servicio, que «no se podrán materializar a causa de las actuales circunstancias económicas y sociales».
En el proyecto de presupuestos de la institución se especifica que la «enorme tarea que todo eso implica» ha hecho necesaria la contratación de un nuevo técnico de gestión capaz de ayudar en la parte de las licitaciones, así como en la gestión de los contratos actuales. Serán necesarios nuevos estudios económicos que analicen la mejor manera de ir introduciendo las mejoras previstas –entre ellas el aumento de las frecuencias y trayectos en un 57 por ciento– de forma bienal.
La intención de la institución es ir actualizando e introduciendo mejoras en el servicio de autobús cada dos años y de ese modo aligerar el importante esfuerzo económico que supondrá para la institución la puesta en marcha del nuevo servicio. Entre esas mejoras también figuran la implantación del sistema de tarifa única, un sistema que requiere un cambio de maquinaria en los vehículos y que la consellera admite que en estos momentos se encuentra en «stand by» por la pamdemia.