La financiación de las nuevas sedes de la escuela de adultos y del Conservatorio en Maó no para de dar vueltas. De los recursos propios de la Conselleria de Educación se pasó a los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible, para mutar en plena pandemia a sendos ‘Planes 10', por los que el Ayuntamiento y el Consell adelantaban el dinero y el Govern se lo devolvía en diez anualidades. Y no ha acabado el viaje.
La previsión es que estas obras empiecen en 2021, pero la realidad es que no aparecen en ningún presupuesto público para el año que viene. Ni municipal ni insular ni autonómico. Aún así, las tres partes aseguran que la determinación de empezarlas durante el año que viene se mantiene sin fisuras.
Con la escuela de adultos Joan Mir i Mir, que se trasladará a los cuarteles de Santiago, se ha producido un cambio. El Ayuntamiento de Maó cuenta con el compromiso del Govern de que finalmente no tendrá que adelantar los 3 millones de presupuesto mediante un Plan 10, sinó que la obra se pagará con los fondos europeos que reciba la comunidad por la crisis de la covid-19. «Nuestro objetivo es que lo asuma el Govern, y es el compromiso que tenemos», explica el alcalde Héctor Pons.
Que el Consistorio asumiera la obra conllevaba dificultades de carácter jurídico, puesto que el inmueble se ha cedido ya a Educación. Pero este último cambio en la financiación implica que las obras tendrán que esperar aún unos meses más. Todo está a punto para licitar, pero hay que aguardar a que llegue el dinero de Europa.
En cuanto al Conservatorio en la Sala Augusta, el Plan 10 corre a cargo del Consell. Miquel Àngel Maria, responsable de Educación, explica que esta vía de financiación se mantiene, pero que no se incluyó la partida en los presupuestos que se aprueban hoy porque el nuevo convenio con la Conselleria no está firmado aún, pendiente de concretar flecos de carácter jurídico. Maria explica que se introducirá la cantidad correspondiente al inicio de las obras en las cuentas del Consell con una modificación presupuestaria.
El proyecto revisado del nuevo Conservatorio está ya en manos de las partes implicadas. No hay modificaciones sustanciales respecto al inicial, solo unos cambios técnicos en los cimientos. El presupuesto crece después de que el primer concurso quedara desierto. Ronda los 7 millones. No hay que descartar que se acabe pagando también con fondos europeos.