El Ayuntamiento de Ciutadella ha remitido esta misma semana a los propietarios de las fincas de la zona de Algaiarens, la notificación donde informa que el Camí d'Algaiarens se ha incluido definitivamente en el Catálogo Municipal de Caminos Rurales de Ciutadella como una vía de titularidad pública. Eso es, que está probado, sin dejar lugar a dudas, que todo el trazado es municipal, desde su inicio en la Ronda Nord, hasta su finalización, en el límite del término municipal con Ferreries, en la finca de Alforí de Dalt, a la altura del lloc de So n'Abatzer.
Así lo confirmaba ayer mismo a «Es Diari» el concejal de Mantenimiento y mejora de la vía pública, José López, quien, una vez se ha dado por concluida la elaboración del catálogo de caminos rurales, señalaba que el siguiente paso será «emplazar a los titulares de las fincas a una reunión, para ver cómo se recupera el uso público» de los tramos de sendero que permanecen cerrados. «La idea no es llevar a cabo ninguna acción unilateralmente, sino hablar con la propiedad, para discutirlo y negociarlo».
Argumentos sólidos
López asegura que «no hay dudas» sobre la titularidad, pues el Ayuntamiento tiene «suficientes argumentos para defenderla», como así figura en la ficha del catálogo, que incluye toda una relación de documentos históricos, el primero de ellos datado de 1633, y donde en 1843, por ejemplo, ya constaban inversiones del «distrito municipal de Ciutadella» destinadas a tareas de mantenimiento de este camino. O en 1875, cuando la Comisión provincial oficializaba la «declaración de camino vecinal» de una vía que figura en el Inventario de Bienes Municipales.
En el pleno del pasado 21 de enero, cuando se aprobó definitivamente el catálogo, se desestimaron las alegaciones presentadas por los propietarios de fincas como Sant Felip o Sa Font Santa. «Defendían que el camino es privado y que, de haber sido de titularidad pública en algún momento del pasado, entendían que se había abandonado y que se trata de un camino de conexión interna entre fincas», resume el edil. «Es cierto que el último tramo está lleno de vegetación, pero está perfectamente delimitado», concluye López.