El departamento de Cultura del Consell insular se ha puesto en contacto con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para que determine si la Cova de s'Oli, también conocida como Cova des Trull, ha sufrido algún tipo de desperfecto. Se trata de un monumento prehistórico que figura en el Catálogo de Patrimonio Histórico del municipio de Sant Lluís y que además tiene categoría de Bien de Interés Cultural (BIC).
Según avanza el conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, si se constata que ha habido algún daño patrimonial daría pie a que el Consell insular pudiese actuar, pero antes se ha de realizar una valoración por parte del Seprona.
A través de las fotografías a las que ha tenido acceso este diario se pueden apreciar restos de lo que podría haber sido una ocupación temporal del histórico espacio. En las imágenes aparece mobiliario como sillas, hamacas, además de restos de diferentes materiales.
Se trata de un yacimiento situado en una finca privada pero que al parecer tiene fácil acceso en el entorno del barranco de Rafalet.
Diferentes usos
La Cova de s'Oli ha tenido tres fases distintas a lo largo de su historia. La primera data de la época prehistórica, cuando el recinto fue utilizado como un hipogeo funerario. Con el paso del tiempo se reconvirtió en una cisterna, como se pudo comprobar a través del análisis de sus paredes, en las que se encontró en su día una mezcla de polvo hecha de ladrillo rojo o teja combinada con cal viva que hacía una función impermeabilizante de la cavidad.
En una última etapa se le dio un uso como almazara, de ahí que se la conociera por el nombre de trull, donde se prensaba la aceituna para la extracción de aceite.