Creu Roja está tomando medidas ante una situación que le preocupa profundamente, el incremento que está registrando en el número de familias atendidas que están viviendo una situación de pobreza energética, con dificultades para pagar recibos y la imposibilidad de mantener una temperatura adecuada en sus viviendas. La ONG advierte de que actualmente el 9,1 por ciento de la población sufre pobreza energética y que el porcentaje se eleva hasta el 50 por ciento en el caso de las familias a las que atiende. Es por ello que en 2020 inició la entrega de kits de microeficiencia energética.
Un total de 118 viviendas han instalado un kit del que se han beneficiado 295 personas. Creu Roja también interviene para hacerse cargo del pago de facturas (15.226 euros repartidos entre más de 62 familias) y para asesorar en todo momento a las familias vulnerables. Debido a las restricciones, han optado por potenciar los contactos telefónicos (236 asesoramientos por esta vía) y las reuniones telemáticas.
El coordinador de Creu Roja e Maó, Josep Allés, advertía ayer que «si la situación socioeconómica de las familias sigue empeorando, la pobreza energética va a ser una realidad cada vez más patente y grave para miles de familias vulnerables».