El último informe semanal realizado por el Ministerio de Sanidad indica que Menorca cumple ya las condiciones propias de la nueva normalidad. Es el primer y único territorio de España en el que se ha logrado dejar atrás cualquier nivel de alerta después de la tercera ola postnavideña. Las bajas cifras de contagios de las últimas jornadas (este viernes no se notificó ninguna variación, ni altas ni contagios) y la progresiva reducción de la presión sobre el Hospital Mateu Orfila han permitido que la Isla presente unos prometedores indicadores.
De forma especialmente holgada destacan las bajas incidencias de casos por cada 100.000 habitantes tanto a una semana vista como a catorce días. El informe del Ministerio de Sanidad, con datos recopilados hasta comienzos de esta semana, atribuye a Menorca incidencias de 2,1 y 5,4, que con la actualización realizada por la Conselleria de Salud en los últimos días ascenderían a 3,2 y 6,4. En cualquier caso, lejos queda cualquier otro territorio nacional. El que más cerca está de la situación de Menorca en el informe de Sanidad es la isla canaria de La Gomera, con 14 casos por cada 100.000 habitantes en ambas periodicidades. Otros indicadores, como la ocupación de camas, no aportan guarismos tan excepcionales en Menorca, pero si suficientes como para situarla en una situación sanitaria derivada de la pandemia de nueva normalidad.
En cualquier caso, la nueva normalidad es un escenario estrictamente sanitario que determina el Ministerio de Sanidad. En cuanto a restricciones, se mantiene en Menorca el nivel 2 reforzado. Cambiarlo corresponde a la Comunidad Autónoma y se revisará la semana que viene. Al respecto, y en respuesta a la demanda de que las restricciones se revisen cada semana, la directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, comentó que cada medida debe mantenerse «entre diez y catorce días, que es lo que tarda el virus en mostrar si es efectiva, necesitamos que pase este tiempo para ver qué impacto ha tenido. Si las cambiáramos más a menudo, no obtendríamos información».
Jesús de Nazareth convirtió el agua en vino (o eso dicen) y por aquí hay gente que convierte las buenas noticias en malas (una realidad). Hacer campaña política o campaña de desprestigio hacia el gobierno de turno no es lo más sensato. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. El virus va a estar circulando por el mundo más de tres años, no sólo afecta a Baleares (por sí alguien aún no se ha enterado). El comportamiento y la responsabilidad ciudadana en estos casos debe de ser estricta y aplicar sentido común por el bien de las personas más vulnerables y para no colapsar la sanidad pública ni la económica. Ojalá estos datos de menorca se pudiesen traspolar a todo el país y a todo el mundo. Si fuese por muchos de los que opinais aquí, nunca ubiesemos llegado a estos valores tan bajos. Salud, paz y amor