Los vecinos de Es Castell que han promovido la campaña de recogida de firmas para que la plaza Esplanada se abra a la circulación han mantenido una reunión con el grupo municipal del PP, en la oposición, para explicar sus reivindicaciones. Son los que entregaron al Ayuntamiento más de seiscientas firmas con esta reclamación.
Lo que piden ahora es que la alcaldesa, Joana Escandell, «cumpla lo que anunció en el verano de 2019, cuando dijo que el cierre peatonal era un experimento que duraría dos meses y luego se consultaría a la población y a los empresarios», lo que no se ha cumplido. Exigen que se lleve a cabo esta consulta.
Lo que se plantean los vecinos firmantes es a quiénes beneficia el cierre de la Esplanada al tráfico. «Ahora la hostelería cierra a las 18 horas pero la plaza sigue cerrada hasta las 22, lo que no tiene sentido». Aseguran que ha afectado a los comercios por la pérdida de personas de más edad. Y apuntan otros efectos negativos: no se puede acceder a los parkings de recarga eléctrica de vehículos y se obliga a dar más vueltas lo que incrementa las emisiones contaminantes.
Los vecinos advierten que se han dado algunas situaciones de riesgo por causa del cierre peatonal. «Se ha vivido algún episodio complicado con las ambulancias para acceder a un domicilio de la zona». Explican que «el paso de peatones del final de la calle San José se colapsa de taxis, camareros cruzando, coches intentando acceder al otro lado y gente que quiere cruzar». Y añaden que coches aparcados antes del cierre en la zona de la farmacia salen marcha atrás, con el riesgo que representa.