El Govern aprobará mañana una ligera flexibilización en la hostelería menorquina, menor a la que agentes sociales y grupos políticos habían planteado. Las terrazas podrán abrir los viernes, sábados y vísperas de festivos hasta las 22.30 y el toque de queda se retrasa a las 23, pero deberán interrumpir la actividad entre las 18 y las 20 horas.
El objetivo de esa pausa es impedir el tardeo, que resulta señalado de esta forma como un riesgo alto para los contagios. La propuesta presentada por Menorca era apertura en línea de terrazas hasta las 22 horas, toque de queda a las 23 y apertura de interiores también por la noche entre las 19 y la 22 horas todos los días de la semana
La concesión del Govern excluye los interiores, limita el uso de terraza en el entorno festivo y se retrasa una hora el toque de queda para todas las islas. En esta ligera flexibilización han influido sobre todo las medidas que mañana se aprobarán para Mallorca, que desde el sábado tendrá en materia de hostelería las mismas restricciones que Menorca tiene todavía hoy.
La Mesa de Diálogo Social conocerá hoy la ligera apertura que se podrá en marcha previsiblemente a partir del sábado. Los empresarios menorquines aseguran que las sensaciones de la reunión con Iago Negueruela la semana pasada no se concretarán hasta que sean publicadas en el BOIB del sábado. «Será solo un paso más hacia la recuperación de la actividad», comenta Antoni Sansaloni, de la asociación de restauración de PIME.
Las terrazas seguirán siendo el mejor recurso «Y para ello ha de acompañar el tiempo», precisa José Bosch, de la asociación de CAEB, ante el panorama lluvioso de los últimos días.
También la voluntad municipal es determinante para facilitar una mayor ocupación de la vía pública. Todos, salvo Ciutadella, han mostrado una predisposición positiva. Sansaloni no entiende que no se permita aprovechar el espacio solicitado en la plaza del Born y que opten por una concesión mínima. Donde esperaban más ayuda se encuentran con trabas.