La promotora de Ciutadella a la que el Govern pretende expropiar durante siete años nueve pisos que tenía a la venta en el Camí de Maó después de haberlos reformado ha tomado una decisión que puede dar al traste con los planes de la Conselleria de Vivienda. Los ha puesto en el mercado del alquiler con tal de que puedan habitarse y evitar así su cesión forzosa, ya que en el momento que dejen de estar vacíos se paralizaría el proceso.
La inclusión de este bloque entre las 23 viviendas propiedad de grandes tenedores que el Govern tramita expropiar en Menorca para destinarlos a alquiler social fue motivo de polémica, ya que no pertenecen a una entidad bancaria o fondo de inversión, sino a una empresa local que los había adquirido recientemente para su reforma y puesta a la venta.
Hasta ahora la promotora había sostenido que parte de las viviendas estaban apalabradas, sin embargo todas ellas se anuncian en estos momentos como disponibles en un importante portal inmobiliario de la Isla.
El precio por el que se ofertan los alquileres oscila entre los 650 y 750 euros al mes, según la tipología de cada piso. Además, para tratar de captar a las familias interesadas ofrece también alquiler con opción a compra y ha bajado los precios para quien opte por su adquisición.
#Rebecalaloba, perdona pero..¿tu que demonios sabes, he? ¿Para concluir que era todo mentida? ¡Nada! ¡No sabes un carajo de vela! ¿Y si tenían definido el plan de negocio para esos pisos?, ¿Para sacarlos X tiempo después, una vez rehabilitados con acabados premium, para venderlos mas caros? ¿O si querían esperar a X situaciones de índole económica y legal, porque hay una inestabilidad? Ahora, lo que ha pasado es que todos los planes de negocio al tomar por saco, y han tenido que correr, para que no les roben los pisos los del “Govern”. ¿A caso es normal que un negocio legal y licito, que paga sus impuestos como todos, tenga que tener miedo de las autoridades, que, bajo su punto de vista ideológico, puedan ir, y quitarle lo que les dé la gana? Me parece una vergüenza la gente como vosotros, que os alegráis de la desgracia ajena. Dudo que en vuestra ignorancia lleguéis algún día a tener un patrimonio, pero si pasa, me gustaría veros la cara, cuando vengan a robároslo.