El procedimiento administrativo seguido para la designación de Elena Costa gerente de la Fundació Foment del Turisme cumple la normativa vigente, «pero se han apreciado diversas irregularidades en el ámbito de las políticas de transparencia y buen gobierno», según informa la Sindicatura de Greuges.
Este órgano ha revisado todo el proceso de selección del cargo a raíz de una queja presentada sobre el mismo y lo analiza a la luz del código de buen gobierno del Consell, al que están sujetas las actuaciones de la institución.
El citado código es un instrumento del que el propio Consell se dotó en 2016 y en el que se pide a los representantes públicos, entre otras cosas, «un compromiso con la ética pública, con la transparencia y el mantenimiento de un criterio independiente y ajeno a todo interés particular».
El código insta asimismo a «evitar cualquier conflicto de intereses con motivo del ejercicio de sus funciones públicas y abstenerse de utilizar sus competencias y prerrogativas institucionales para otorgarse a ellos mismos o a terceras personas algún tipo de beneficio».
Esas premisas lleva a la Sindicatura de Greuges a formular una recomendación para que todos los altos cargos del Consell se comprometan a someter sus actuaciones al código de buen gobierno y, en segundo lugar, recomienda preparar un documento estándar de «declaración responsable sobre incompatibilidades y conflicto de intereses» a disposición de todos.
Finalmente, propone una comisión de seguimiento, de la que formará parte la Sindicatura, sobre el cumplimiento del código.