Las aguas de baño de Cala Galdana presentan estos días manchas verdosas en la franja más próxima a la arena. También en las calas del entorno como Mitjana se aprecia el mismo fenómeno, que en principio no tiene relación con problemas de salubridad que desaconsejen su uso.
El caso de Cala Galdana se presenta más sospechoso por los antecedentes del torrente durante la primavera pasada con indicadores que delataban la presencia de la bacteria E. coli en niveles elevados. Sin embargo, no hay constancia de que las aguas fluviales del torrente pudieren haber alterado la salubridad de las aguas saladas de la playa.
La alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer, confirmó ayer que la Conselleria de Salud realiza análisis de las aguas de baño de esta playa cada quince días. Los resultados indican que son aptas para el baño. Para mayor seguridad, el Ayuntamiento realiza análisis también con periodicidad semanal.
Reincidencia
Las manchas de color verdoso no son una novedad en determinadas aguas próximas a los arenales. Si no hay problemas de filtraciones del alcantarillado, como parece en este caso, el fenómeno es consecuencia de las condiciones atmosféricas de elevadas temperaturas, presencia humana y acción de las algas.
Se descarta, por otra parte, cualquier relación con la situación del torrente, donde también se mantienen controles sanitarios con regularidad y, en este caso, los resultados de las analíticas siguen mostrando resultados alterados. No se ha logrado averiguar la causa de una anomalía que sigue preocupando a los ayuntamientos de Ferreries y de Ciutadella, que comparten dominio sobre el torrente.