La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha declarado este viernes que la congelación de plazas turísticas no estuvo en las negociaciones previas para el decreto ley de turismo para evitar un 'efecto llamada' que vaciase la medida de contenido, y ha insistido en la necesidad de «repensar» el crecimiento en la Comunidad.
Así se ha expresado Armengol en declaraciones a los medios en un acto en Menorca, después de que la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) haya rechazado la moratoria de plazas incluida en el Decreto de circularidad y sostenibilidad turística, y haya afirmado que los hoteleros se han sentido utilizados.
Ante estas quejas, la presidenta del Govern ha recordado que el mismo día de la presentación del decreto se celebró, antes de la convocatoria a los medios, una Mesa de Diálogo Social en la que la FEHM estuvo «sentada», y en la que se expuso el contenido del texto. «Después, si cada uno tiene sus dificultades internas, las entiendo y yo ahí no entraré», ha añadido en relación a la FEHM.
Armengol ha recalcado que previamente se había estado trabajando con los agentes sociales en los tres ejes de circularidad, medidas sociales y modernización, y que ésos son los bloques que estaban dentro del acuerdo, pero no la moratoria. De hecho, ha asegurado que en la presentación ya reconoció que la parte de la congelación de plazas no entraba dentro del consenso.
«Lo dije públicamente, que no había acuerdo en el tema de la moratoria. Lo que he dicho no es que no tenga que ser acordada o consensuada», ha matizado la presidenta autonómica, consciente de que «obviamente» el sector no está de acuerdo.
Sentido común
La líder del Ejecutivo ha expresado su «respeto absoluto» al empresariado del sector turístico, si bien ha defendido que no era viable abordar con antelación la congelación de plazas. «Es de sentido común», ha enfatizado.
Como argumento, la presidenta ha pedido «hacer memoria» respecto a otras ocasiones en las que se han aprobado moratorias de cualquier clase, urbanísticas o turísticas, en Baleares. «Obviamente, si esto se explica públicamente, no hay plazas a bloquear. El efecto llamada es terrible cuando hablamos de esto, aparte de muy injusto», ha sostenido.
Igualmente, ha agradecido «a todos los que tenían papeles e información» sobre el decreto, «que es mucha gente en estas Islas», que hayan sido «responsables para tener capacidad de negociar, desde el acuerdo o el desacuerdo».
Por todo ello, Armengol ha incidido en que el bloqueo de plazas «es una decisión del Govern» y que la toman «con toda la conciencia» porque si se quiere apostar por calidad «hay que saber si lo que se quiere es crecer en más plazas o no». «Si queremos no sólo hablar de volumen, sino de la calidad y rentabilidad que puede ir ligada a menos plazas», ha añadido, llamando a «repensar» esta cuestión «a través de las instituciones competentes», los Consells insulars.
En cualquier caso, según la presidenta hay acuerdo «unánime» en que se debe «aclarar que hay que apostar por la calidad y no por la cantidad». «Luego escucho muchas voces en contra de la masificación y las temporadas cortas, y sobre cómo equilibrar para seguir siendo líderes», ha razonado.
Según la presidenta, para que el turismo siga siendo el motor económico de Baleares hay que darle «estabilidad» y plantear criterios de sostenibilidad ambiental. «Es lo que demanda el mundo y los turistas», ha afirmado, asegurando que en el Govern se sienten «muy orgullosos» de la industria turística balear.
Igualmente, Armengol ha recalcado que la ley turística de la etapa de mayoría absoluta del PP «se aprobó sin hablar con nadie». Aunque se presentaron enmiendas «no se asumió ninguna», y «no había un debate previo ni con asociaciones empresariales y sindicales».
Además, después se aprobaron tres decretos turísticos para aumentar alturas o construir más plazas también «sin hablar con nadie» y sin posibilidad de introducir enmiendas porque no se tramitaron como proyecto de ley, ha añadido.