Los gestos de solidaridad hacia la población de Ucrania ante la invasión rusa llegaron este sábado a la Plaça de la Constitució de Maó, donde cerca de 200 personas se concentraron con pancartas en contra de la guerra iniciada por el gobierno de Putin en una cita que se convocó a través de las redes sociales.
En un estrado situado frente a la iglesia de Santa Maria se escucharon testimonios de los residentes en la Isla que son de origen ucraniano, y que viven con especial preocupación esta crisis humanitaria.
Es curiosa la solidaridad con los hermanos de otros países, que está muy bien, pero en cambio no por la familia, amigos, conocidos, todos esos que han sido discriminados durante meses por tomar libremente la decisión de no inocularse. Más de lo mismo, el tan aclamado "mi cuerpo mi decisión" tan aplaudido y respaldado por los progresistas cuando se trata de acabar con un ser totalmente vulnerable, sin voz, un no nato en el vientre de su madre y en cambio cuando la decisión a tomar afecta a la propia persona ya no vale la frasesita.