Después de dos años de no poder celebrarse, la tradición de 'matar es bujot' ha vuelto en Ciutadella, pero con una novedad: sin escopetas. Ante la prohibición legal de poder usar armas de fuego en las fiestas populares, se ha recurrido a petardos y bengalas para quemar los monigotes.
Primero se ha recurrido a una traca para quemar los 'bujots', que han explotado con los petardos que llevaban dentro, y luego se han rematado con bengalas.
Han sido 5 los 'bujots' que se han podido ver este domingo, día de Pascua. La pandemia y la guerra, así como la prohibición de poder usar escopetas, han sido los temas más recurrentes en las críticas. Así, en el Club Nàutic la mascarilla ha sido el tema, con el deseo de «Ja és hora de tornar a la normalitat. Bye, bye, mascareta».
Por su parte, en el Cercle Artístic, se podía leer en el bujot «El que no ha matar la covid ho mataran els fusells». Mientras en el Bar s'Oficina en el cartel se decía «Intentem sortir de la violencia i millorar la convivència. Tot torna a la normalitat, però amb molta responsabilitat».
En el Casino 17 de Gener la crítica ha sido la prohibición de poder usar armas de fuego: «Es cerca petarder que passi de prohibicions. Sa qüestió és que prengui bé i mantinguem ses tradicions. Uns venen armes a l'estanger, però aquí ni un tir podem fer», mientras que en Calós un «No a la guerra» ha sido el tema de su 'bujot'.