La asociación Per la Mar Viva ha vuelto a sacar los colores al Consell insular por el mantenimiento deficiente de las playas y lo ilustra con un problema grave de contaminación por pellets de plástico de uno de los arenales más atractivos y visitados de la isla, Cavalleria. En un informe que acaba de hacer público denuncia la «incoherencia» de la institución con su propio discurso de defensa del medio ambiente y los valores de la Reserva de Biosfera, ya que el 30 de agosto de 2020 la playa de Cavalleria sufrió «la mayor contaminación por pellets de plástico de su historia» y nadie, según critica la organización sin ánimo de lucro, inspeccionó la zona ni tampoco se retiró la basura. Los bañistas se tumbaron en la arena junto a estos microplásticos y más residuos que permanecieron allí hasta que grupos de voluntarios de la propia entidad trabajaron para limpiar la playa. Sin embargo, Per la Mar Viva recuerda que esa tarea le corresponde a la concesionaria del servicio de limpieza de playas, FCC Medioambiente, ganadora del último concurso público en 2020 por cuatro años prorrogables otros cuatro más. FCC ya era la concesionaria, pero en el concurso de 2015 el periodo era inferior, se extendía por dos años prorrogables dos años más.
Ya en los años 2018 y 2019 Per la Mar Viva denunció que dicha empresa incumplía el contrato en cuanto a la limpieza del entorno de las playas, calas y zonas de baño contempladas en el pliego de condiciones. Ahora apunta directamente al Consell por consentir que en 2020 la playa de Cavalleria permaneciera invadida de microplásticos sin que se realizara ninguna inspección ni retirada de residuos, fundamentalmente pellets utilizados en la industria plástica y bastoncillos de limpiar los oídos. «Es muy grave que la mayor contratación que tiene hoy Menorca, firmada en octubre de 2020, que supuestamente debe tener una persona que supervise el estado de las playas y los trabajos que se realizan en ellas, de acuerdo con el contrato, haya pasado por alto la grave contaminación que padeció Cavalleria», señala la entidad. Recuerda que la empresa FCC Medioambiente percibe 1.110.000 euros cada año por la concesión de la limpieza de playas, «pagados por los menorquines» y que el contrato «se está incumpliendo», a la vista de lo sucedido en una de las playas más emblemáticas de Menorca.
Millones de microplásticos llegaron ese día de agosto a Cavalleria, arrojados por el mar. Una línea de unos 350 metros de longitud por unos tres metros de ancho de residuos ocupó la arena de la playa.
Los voluntarios de Per la Mar Viva retiraron unos 175 kilogramos de microplásticos con diversas acciones. La asociación realizó otra batida en abril de este mismo año y retiró dos kilos más de pellets de plástico de la arena.