El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado «la mayor» sobre la denuncia que tramitaron ayer sindicatos policiales quejándose de la precariedad en la que se encuentran 29 agentes en una base militar de San Isidro de Maó, asegurando algunas organizaciones que son incluso peores que las «nefastas condiciones del famoso barco Piolín» usado para el referéndum del 1-O en Cataluña.
«Niego la mayor de esa circunstancia», ha dicho Grande-Marlaska al ser preguntado por la prensa en Bruselas, donde ha asistido a un foro sobre el Tratado Schengen. Según el ministro, a diferencia de lo que ocurrió con el PP durante el referéndum del 1-O, ahora el Gobierno sí da los «necesarios cuidados y atenciones debidas», como se hace con el resto de funcionarios públicos.
Grande-Marlaska ha aludido al incremento de 11.000 nuevos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, frente a los 13.000 perdidos en los años de últimos gobiernos del PP, así como el aumento «muy merecido» del 25% del sueldo tanto para policías como guardias civiles o los mil millones para infraestructuras.
«Creo que todos hemos podido observar las diferencias de cómo fueron los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil y el estrés al que fueron sometidos en octubre de 2017, cuando el Partido Popular los trasladó a Cataluña en una situación difícil», ha comentado Grande-Marlaska.
Críticas de sindicatos policiales
JUPOL, el sindicato mayoritario en la Policía, denunció ayer el tratamiento dado a 29 policías de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Alicante y Zaragoza en comisión de servicios en Menorca. Otros sindicatos como SUP y CEP también han criticado esta situación, aludiendo a los retrasos en el pago de las dietas.
«Superan las nefastas condiciones del famoso barco Piolín en el que se alojó a los policías en Cataluña durante el golpe de estado secesionista del 1 de octubre», señalaron desde JUPOL, en referencia a la polémica rescatada recientemente por el Gobierno de Pedro Sánchez para criticar la gestión del PP durante el 1-O y en envío de «piolines».
Grande-Marlaska ha insistido en comparar el dispositivo del 1-O, cuando se recurrió a barcos que lucían los muñecos infantiles, con el de octubre de 2019, ya con el actual Ejecutivo y coincidiendo con la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a los líderes independentistas que luego fueron indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez.