La denuncia pública de varios sindicatos de la Policía Nacional en relación al alojamiento que se ha proporcionado a los 29 agentes de la UPRdesplazados a Menorca como refuerzo estival ha provocado reacciones contrarias desde la cúpula policial y del gobierno del país.
El jefe superior de Balears, Gonzalo Espino, y el jefe provincial, Fernando Reboyras, viajaron ayer a la Isla para comprobar las instalaciones de la base militar de San Isidro donde residen los agentes. Su conclusión fue que estas se hallan en un estado «más que digno» y con un nivel de limpieza adecuado. Los mandos, además, quisieron agradecer a Defensa y, especialmente, al capitán de la base militar, David Celdrán, que haya puesto todas las facilidades para dar alojamiento a los agentes desplazados a Menorca en comisión de servicios, en principio durante todo el mes de junio, algo que nunca había sucedido hasta ahora.
Los policías están hospedados en las habitaciones de la instalación militar, cedidas de forma gratuita, ante la imposibilidad de que encontraran un hotel que se ajustara al importe de las dietas que reciben. Los agentes se han quejado de la falta de limpieza, aire acondicionado y de las condiciones generales de las habitaciones que ocupan.
A raíz de esta denuncia, los mandos policiales han decidido permitir que los policías puedan abandonar la base y buscar una residencia por su cuenta en la Isla. En principio no podían hacerlo por razones operativas en el caso de que fuera necesaria su presencia en una situación de urgencia. Sin embargo, finalmente los 29 policías han optado por permanecer en la base durante su estancia en Menorca, informó ayer el inspector jefe de la comisaría de Maó, Antonio Domínguez, con lo que se ahorran la dieta diaria que perciben, de entre 48 y 60 euros.