El Govern ha aprobado el encargo para la elaboración del mapa de fosas comunes durante la Guerra Civil y la represión franquista en Menorca. Este mapa permitirá investigar más de 200 asesinatos ocurridos durante este tiempo.
Tal y como avanzó este periódico, Menorca era la única isla que no tenía este mapa. Por lo tanto, completará el de Balears y posibilitará al Govern avanzar con las iniciativas y proyectos como la instalación de árboles o piedras de la memoria, así como la entrega de certificados de víctimas del franquismo.
Según el historiador David Ginard, la represión franquista en Menorca causó más de 200 asesinados entre el 9 de febrero de 1939 y el 3 de febrero de 1945. Los tribunales militares dictaron numerosas penas de muerte y largas condenas de reclusión, algunas conmutadas por penas de 30 años de cárcel, aunque muchos acabaron siendo ejecutados en los años siguientes a 1939, ha precisado en un comunicado.
El Govern ha señalado que solamente en la fortaleza de La Mola de Maó habrían sido fusilados hasta 150 republicanos, a los que habría que añadir los menorquines ejecutados en Palma y los marineros procedentes de Menorca fusilados en Cartagena. También se contabilizan al menos 19 oficiales republicanos menorquines enviados a Mauthausen, de los que sobrevivieron 3. El último fusilamiento en La Mola tuvo lugar el 3 de febrero de 1945.
La investigación comprenderá un análisis en profundidad del contexto histórico y de los lugares de represión franquista, el estudio sobre las víctimas que fueron retornadas a sus familias y sobre las que no fueron retornadas, pero se tiene constancia de que están inhumadas en un nicho determinado, y también la elaboración de un listado de familiares. Además, se investigará a todas aquellas personas que fueron enterradas sin nombre, se trabajará en la localización exacta de los nichos y de otros posibles lugares de enterramiento, y se estudiarán las numerosas causas judiciales y militares.
El resultado, que se plasmará en un mapa geolocalizado, incluirá documentación fotográfica y permitirá determinar el número de víctimas y familiares y señalizar la ubicación de las antiguas fosas, nichos y lugares de represión y de enterramiento, incluidos aquellos lugares en los que ya no existan restos de víctimas, pero quede demostrado que las hubo. La investigación estudiará la viabilidad de intervenir en los distintos lugares de enterramiento de cara a posibles exhumaciones.