En el año en que la demanda eléctrica está recuperando los niveles previos a la pandemia, las cifras de producción muestran una creciente dependencia de la central de Maó y una reducción del peso de la producción verde, la que se obtiene gracias a los dos parques solares (Son Salomó y Binissafúller) y el parque eólico de Milà.
A la espera de que se construyan los parques solares que cuentan con autorización administrativa (al menos dos de ellos ya han empezado las obras), el balance de producción verde en el primer semestre del año es de 5.535,9 MWh (megavatios hora), lo que representa hasta la fecha el 2,9 por ciento de la generación eléctrica insular.
El resto corresponde a la central térmica del puerto de Maó, que en los primeros seis meses del año ha generado 179.547,5 MWh de electricidad, la mayor parte a base de fueloil. Mientras la producción renovable se ha mantenido estable en los dos primeros semestres de 2022 y 2021, la central se ha visto obligada a elevar su producción casi un dos por ciento.
No obstante esos niveles de producción están lejos de los registrados en años anteriores ya que cabe recordar que en verano de 2020 se puso en funcionamiento el enlace submarino entre Mallorca y Menorca, que ha permitido que la central cierre el primer semestre con un 15,1 por ciento menos de generación que en 2019 a pesar de que la demanda eléctrica ha sido prácticamente la misma.