El cierre de la planta envasadora de Menorca Llet supone un antes y un después en el sector agroalimentario menorquín y en la economía insular. No solo es un nuevo y evidente indicio de la grave crisis que desde hace años atraviesan las fincas ganaderas, sino que supone un golpe para la balanza comercial de la Isla, que con cifras cerradas del año 2021 y al margen de los 800.000 briks anuales de la marca Coinga que desaparecen de las tiendas, deja de exportar unos 11 millones de litros de leche al resto del país.
La leche es el segundo producto alimentario –solo por detrás de sus derivados– que genera más exportaciones en la Isla. La Isla desaparece del mapa nacional de la producción lechera. Las vacas solo se ordeñarán para producir derivados lácteos y una pequeña cantidad de leche fresca.
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