El Ayuntamiento de Ciutadella buscó hace cuatro años una alternativa con la que esquivar los precios abusivos que la UTE Es Milà cobra por la incineración de los subproductos del matadero y ahora reclama que, en caso de que el Consell o el Govern acaben subvencionando la deuda pendiente del matadero de Maó, la ayuda sea proporcional y llegue también al de Ciutadella. Aunque esa no es la mejor solución, advierte Sandra Moll, responsable de este servicio.
Entiende que las opciones de viabilidad para los mataderos pasan, en primer lugar, por aplicar un precio adecuado a la incineración del 'sandach'. Ahora se está cobrando 900 euros por tonelada. Si el precio está blindado por contrato, como aducen desde el Consorcio, debe realizarse la inversión precisa para reducir el volumen y peso de los subproductos del matadero, el ‘sandach', para evitar la incineración a una tarifa abusiva, según ha denunciado el sector cárnico.
El Ayuntamiento de Ciutadella pagó el año pasado 320.000 euros entre la incineración en Milà de las cabezas del vacuno sacrificado en el matadero y el resto de ‘sandach' enviado fuera, que alcanzó un volumen de unas 600 toneladas. Tiene las cuentas al día y gracias a esa solución ha reducido a la mitad la factura de los residuos animales generados en el matadero. «No hemos de dejar de pagar, hay una buena gestión, pero el ‘sandach' nos ahoga. Ha de valorarse por el Consell si este se decide a abordar el problema, pediremos el mismo trato que se adopte para Maó», advierte Moll.
En los últimos años están recibiendo ayudas para inversión del Fogaiba en proporción a la actividad de cada matadero, «es una fórmula correcta. Por primera vez el Consell también ha aprobado una ayuda equitativa para inversión, el matadero de Ciutadella puede considerarse por su cobertura un servicio insular», señala. Por esa razón, cree también que una gestión insular de los mataderos sería lo adecuado, sería necesario un acuerdo entre Maó y Ciutadella y el compromiso del Consell.
Sobre la mezcla de restos animales con residuos generales, dice que es «gravísima una gestión así de los residuos».