El Ayuntamiento de Maó ha asumido irregularmente el pago de 520.954,12 euros en gastos relacionados con la gestión de los restos de sacrificio del matadero municipal. Ese es el balance de facturas abonadas entre el mes de noviembre de 2014, cuando se adjudicó la gestión de la instalación a la Cooperativa Verge Monte Toro, y marzo del año 2021, mes en el que se dejaron de pagar los recibos de transporte e incineración tras las advertencias del interventor de que no podrían seguir haciéndolo. La razón de la advertencia es clara, las condiciones de la concesión establecen que debe ser la empresa concesionaria la que se haga cargo de esos costes asociados a su actividad.
La relación anual de pagos que ha facilitado el propio Consistorio muestra claramente los efectos del espectacular incremento que el Consell ordenó en el año 2016 –con la nueva concesión del Área de Gestión de Residuos de Milà– en las tarifas de incineración, de más del 2.000 por ciento en relación a lo que se venía pagando. En 2014 y 2015, los primeros años de la concesión en la que se acordó extraoficialmente que el Ayuntamiento asumiría los costes de gestión de los desechos de animales (sandach), el Consistorio pagó 13.572 y 8.663 euros respectivamente.
Tras la supuesta obligación de incinerar todos los residuos, los peligrosos y los no peligrosos, que se empezó a aplicar en diciembre de 2015, las facturas se dispararon. 53.171 euros en 2016, 85.979 euros en 2017, 108.742 euros en 2018, 100.115 euros en 2019 y 93.437 en 2020. En 2021 la cifra bajó lógicamente hasta los 57.272. Por otra parte, desde 2019 el Consistorio da una subvención anual de 31.000 euros a la Cooperativa Verge Monte Toro para ayudarle en diversas actuaciones de mejora de las instalaciones. Abona el 90 por ciento en el momento en que se firma y el 10 por ciento restante cuando se justifican los gastos.
El Consell al ‘rescate'
También el Consell pone su grano de arena para ayudar al matadero de Maó, curiosamente desde el año 2017, el de los primeros presupuestos insulares desde que el propio Consell, a través del Consorci de Residus i Energia, decidió disparar las tarifas de la incineración. Abona cada año –incluido este– 17.500 euros en supuesto concepto de «apoyo a las campañas de divulgación y promoción de producto, así como a los gastos de formación, asesoramiento y operativa diaria de la cooperativa». En este punto hay que recordar que esta cooperativa cuenta con una tienda on line (en la página figura el logo del Consell) donde se vende la carne que producen sus socios ganaderos tras utilizar el matadero beneficiándose de unas tarifas irrisorias.