Se ha extendido la idea de que tanto con la pandemia como después, Menorca por sus características de isla tranquila y sostenible, ha sido un foco de atracción para muchas personas para trasladar aquí su residencia, y aprovechar el auge del teletrabajo para vivir en la Isla, a la vez que se trabajaba para una empresa de fuera. Pues, los datos demográficos lo desmienten.
Menorca sigue siendo tierra de acogida, tanto de extranjeros como de peninsulares, pero el número de personas de fuera que establecen su residencia en la Isla ha bajado sensiblemente respecto a antes de la pandemia. El año pasado, según los datos de los movimientos migratorios publicados recientemente por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat) vinieron a vivir a Menorca 3.002 personas de otra comunidad autónoma y 1.356 extranjeros. Asimismo se marcharon de la Isla hacia la Península 2.590 personas y 595 residentes a otro país. Ello sigue, como todos los años anteriores de la serie histórica, dando un saldo migratorio positivo, es decir que hubo más inmigrantes que emigrantes, concretamente de 761 extranjeros y 412 españoles de otra comunidad autónoma. Es decir un total de 1.173 personas más.
Las cifras son más altas que en 2020, cuando llegaron 1.251 extranjeros (105 menos que en 2021) y 2.705 peninsulares (297 menos), pero mucho más bajas que antes de la pandemia.
Otros titulares en la edición impresa:
- Ferreries es el municipio donde hay más autóctonos
- Unos 2.000 menorquines se han ido a vivir a otro pueblo de la Isla
luis63¿Te gustaría que te llamaran pobretón okupa sin escrúpulos? Pues no generalices. Eso sólo pone en evidencia tu envidia de clase. Te tenia por alguien que razonaba más….