Por fin en los presupuestos para 2023 desaparece la partida para la retirada de los lodos de la antigua depuradora de Ferreries. Eso es porque, finalmente, parece que la actuación va a ser una realidad antes de que concluya el presente ejercicio, ejecutando, por tanto, una de las inversiones que se han ido eternizando, año tras año. Según señalaron ayer a Menorca - Es Diari desde la Conselleria de Medio Ambiente, ya se ha tramitado la autorización que faltaba y ya solo falta que la empresa transportista y Autoridad Portuaria se coordinen para realizar el traslado de Menorca a la Península.
M. Polo es la adjudicataria de esta actuación, que ha de servir para desalojar de la depuradora ferrerienca unas 8.700 toneladas de residuos tóxicos, con altas concentraciones de cromo, cobre y zinc, procedentes de antiguos vertidos incontrolados de empresas bisuteras que durante años arrojaron en la red de alcantarillado productos químicos. Parte de estos tóxicos acababan con frecuencia en el canal de Trebalúger y llegaban hasta la playa.
Nueve años de espera
La Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) adjudicó a M. Polo el contrato para retirar los lodos tóxicos, por 2.358.290 euros y un plazo de ejecución de 12 meses. Este trámite, sin embargo, data de finales de 2019, cuando acumulaba ya seis años de retraso, motivados por la realización de varios estudios para encontrar la mejor salida. El objetivo era evitar que los fangos siguieran contaminando.
Entre las opciones que se barajaron había la de dejar los lodos en la depuradora con un sistema de sellado, pero esa opción se descartó y se optó por exportar los residuos a la Península, para su descontaminación.
La Consellería de Medio Ambiente sacó a concurso el traslado, pero quedó desierto al no presentarse ninguna oferta. En un segundo proceso de licitación, el Govern aumentó el presupuesto hasta los 2,36 millones y se logró la adjudicación.
Después de este largo proceso, ahora solo falta que se coordinen la empresa y Autoridad Portuaria, para proceder al embarque de estos materiales contaminantes. Tal como recordaba ayer la alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer, debe haber sincronía en el transporte, pues «los lodos no pueden depositarse en el puerto, sino que tienen que embarcar directamente» a medida que se vayan sacando de Ferreries.
El apunte
El Ayuntamiento pospone al próximo mandato el proyecto de restitución
Una vez se desalojen las 8.700 toneladas de lodos de la antigua depuradora, el Ayuntamiento de Ferreries podrá iniciar la restitución del terreno, para rehabilitar ambiental y ecológicamente la zona. El Consistorio tiene en sus manos un proyecto desde 2017, fue elaborado por el botánico Pere Fraga y que requería invertir de 60.000 a 65.000 euros.
Este documento, imprescindible para que el Govern autorizara el traslado de los lodos, contempla reconvertir las dos lagunas en una zona húmeda para el desarrollo de biodiversidad y valores ecológicos propios de ambientes acuáticos naturales. Todo, rodeado de una «zona de paseo que puede ser bueno para el pueblo», señalaba ayer la alcaldesa, Joana Febrer.
Aún así, desde el Ayuntamiento ven que este proyecto «deberá esperar», porque «necesitaremos la participación de otras administraciones», y porque sería precipitado iniciar los trámites, teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones.