El Ayuntamiento de Es Migjorn ha dado el visto bueno a la licencia de obra solicitada por su alcaldesa, Antonia Camps, para derribar la barbacoa que construyó ilegalmente en su domicilio antes de dedicarse a la política. Esta y otras construcciones ilegales que ya han prescrito fueron detectadas en el año 2014 y motivaron la apertura de un expediente que dicta la restitución de la legalidad urbanística.
La solicitud de licencia fue tratada en la última reunión de la comisión informativa de Hacienda, Régimen Interno y Territorio, en la que se determinó el pago de 125,56 euros entre impuestos, tasas, gestión de residuos y cartel de obra. Esa cantidad se suma a los casi 3.000 euros, a los que con recargos e intereses de demora ascendió la sanción impuesta por la construcción ilegal de la barbacoa.
Durante el transcurso del punto del orden del día en el que se abordaba la solicitud de licencia –del que se tuvo que ausentar el concejal de Urbanismo, Ramón Verdú, por vínculo de afinidad con la alcaldesa–, la portavoz de la oposición, la socialista Pilar Pons, denunció que en el proceso la alcaldesa «no ha dado un buen ejemplo», primero no recogiendo los requerimientos de la autoridad en rústico, después no atendiendo al pago de las sanciones, por lo que se ordenó el embargo del sueldo y después «queriendo pasar una obra mayor (la de derribo) por una obra menor para pagar menos».
La concejal Adriana Moll, portavoz del PP en sustitución de la alcaldesa, quiso recordar «otras construcciones ilegales de políticos que han gobernado el pueblo», señalando al concejal socialista Pere Riudavets, inhabilitado por ese motivo cuando era alcalde. El aludido pidió turno de palabra para subrayar, entre otras cosas, que Camps «no solo se construyó un chalet de forma totalmente ilegal, sino que siguió construyendo dentro de la parcela».
El apunte
Alta tensión en el pleno: la oposición se marcha y Camps les llama «cobardes»
Los plenos del Ayuntamiento de Es Migjorn distan mucho de ser tranquilos y el del pasado jueves sirve como muestra. En las postrimerías de una sesión muy tensa, en el punto de ruegos y sugerencias, los concejales del PSOE se levantaron y abandonaron el pleno.
Su portavoz, Pilar Pons, explicaba este viernes que «no podemos aceptar que en una democracia no tengamos derecho a réplica». Denuncia que la alcaldesa les llamó «cobardes» al abandonar el pleno, extremo que confirma la propia Antonia Camps, asegurando que negó la palabra a los socialistas por su «mala educación» mostrada durante las intervenciones del equipo de gobierno.