No son las tres semanas que la UE proponía en un principio pero el golpe a la flota de arrastre ya se ha consumado: los barcos deberán estar amarrados otros diez días más el año que viene. Una maratoniana negociación en Bruselas dio lugar ayer al recorte de días de pesca en el Mediterráneo para los arrastreros, tal y como se temía el sector, que se concreta en una reducción adicional de entre nueve y diez días por buque. La rebaja de jornadas pasa del 7,5 al 7 por ciento, y la compensación (en días de faena añadidos) por el uso de redes más selectivas sube del 3 al 3,5 por ciento, pero aún así supone un mazazo para las barques de bou de Balears.
Los ministros de Pesca de la Unión Europea alcanzaron ayer un acuerdo para los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2023 y dentro del mismo, en cuanto a la reducción de los días de esfuerzo en el Mediterráneo se acordó ese recorte del 7 por ciento. España votó en contra de las medidas que deberá soportar la flota mediterránea, que incluyen asimismo la reducción en un 5 por ciento de las capturas totales admisibles de gamba roja.
El resultado global ha sido positivo para la flota atlántica y cantábrica, debido a los aumentos conseguidos para otras especies y de los que se beneficiarán 1.200 barcos de las comunidades autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. La cruz ha sido para el Mediterráneo.
Frente común
Al conocerse el acuerdo la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación del Govern balear, Mae de la Concha, declaró que «hoy no es un buen día para Balears en la pesca, tanto la Federación de Cofradías como nosotros estamos muy disgustados y mantenemos una postura común frente al Ministerio que vamos a seguir defendiendo».
Dicha postura que no se ha escuchado es la reivindicación de un trato diferencial para las Islas y que estas quedaran fuera de las nuevas restricciones, ya que, como explicó De la Concha, la flota balear es muy pequeña en comparación con otras del Mediterráneo occidental y el nivel de protección de las aguas del archipiélago muy elevado. «Las barques de bou ya salen muy pocos días a pescar, 165 de promedio, reducir todavía más estas jornadas de pesca puede llevarnos al colapso», aseguró.
Las ayudas del Ministerio por no salir a faenar aún no se han cobrado
Las empresas pesqueras todavía no han percibido las ayudas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por los días que permanecen amarrados a puerto y sin salir a faenar. Son las correspondientes a 2022, un año que está a punto de despedirse «y el sector lo necesita hoy», afirma el director general de Pesca y Medio Marino del Govern, Joan Mercant. Pese a que las ayudas «algo palían la situación pero los pescadores lo que quieren es salir a trabajar», señala. Mercant cree que se «demoniza» a las barcas de arrastre por agresiva pero recuerda que otras artes también dañan el medio marino, «un 80 por ciento del arrastre se realiza en zonas de fango y arena», apuntó. Insiste en que Balears ha hecho el trabajo de protección y merece un trato específico.
Que abandonen el método de arrastre, usen otro tipo de faena y sigan pescando; todos contentos.