La prohibición de la venta de coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035 y su sustitución por vehículos eléctricos, tal y como pretende la Unión Europea, es una meta utópica si la demanda del coche eléctrico y la creación de una red de recarga de alta capacidad siguen al ritmo actual. En tres años (sale de la estadística 2020 por la pandemia) en Menorca se han vendido 90 vehículos eléctricos puros (turismo o SUV), casi se han multiplicado por cuatro las ventas, pero son cifras muy bajas, de los 15 coches de 2019, a los 52 del año pasado.
Tienen más salida, según cifras de la Asociación de Concesionarios del Automóvil de PIME-Menorca, los vehículos semihíbridos (mHEV), híbridos y de autogas (GLP), de los cuales en 2022 se vendieron 309, un 139,5 por ciento más que en 2019, cuando salieron de los concesionarios 129 híbridos. Las ventas de turismos de este segmento suben progresivamente, en 2021 fueron 213 unidades, y el año pasado 96 más, pero son bajas. «Ahora mismo, por precio y oferta, el coche que combina el motor de combustión y el eléctrico, enchufable o autorrecargable, es el que mejor se vende», asegura Bartolomé Vinent, vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Menorca. «Aunque tiene limitaciones, y una fundamental es el precio», apunta, «en un país con una renta per cápita de 25.000 euros, la gente no se puede comprar un coche de 40.000», argumenta, al tiempo que lamenta también la falta de una buena red de puntos de recarga rápida.
Por eso, este empresario cree que será imposible cumplir los objetivos de electrificar el parque automovilístico insular y nacional si sigue la evolución actual, y opina que son necesarios más estímulos. «Las ayudas existen y funcionan, pero aún son insuficientes, tendrían que ser más ágiles y que le llegaran antes al comprador», señala.
Quien adquiere ahora un vehículo eléctrico puro o híbrido abona en el momento de la compra todo el precio y después solicita la subvención. Los empresarios consideran que crecerían las ventas si fuera al revés, si la ayuda se descontara de la compra desde el principio, «sin que los concesionarios financien esa ayuda», matiza su portavoz, quien también sugiere aplicar un IVA reducido. En cualquier caso, apuesta por medidas inmediatas y que animen a comprar este tipo de coches. De lo contrario el objetivo de decir adiós a los motores de combustión se antoja imposible, dentro de los plazos establecidos. El plan del Consell es tener unos 14.000 coches eléctricos circulando en 2030, quedan ocho años para esa fecha, así que habría que vender más de 1.700 vehículos eléctricos anuales para lograr dicho objetivo.
Juan Carlos PreviMe parece muy bien que tengas 2 y te vayan bien. Eso me dice que tienes el bolsillo abultado, cosa que, no es mi caso por desgracia y me atrevería a decir que tampoco es el caso de muchos. El coche eléctrico puede ser una buena salida, pero a precios terrenales y dependiendo del uso que cada uno requiera de él. Pero fijar un tiempo límite para la alternativa de los combustibles es hacernos pasar por el aro, si o si y hacernos decidir entre ir a pié o acabar bajo las cuotas de un banco y eso siempre y cuando el coche te salga bien, no tengas accidentes, averías etc. Hay muchos factores que de momento lo hacen desaconsejable. Almenos para mis opciones económicas.