La propuesta de destinar al alquiler social los 23 pisos de la calle Degollador de Ciutadella, pertenecientes a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ha caído en saco roto. El denominado banco malo ha esquivado la operación explorada por la Conselleria de Movilidad y Vivienda del Govern al proceder a reparar los desperfectos de estas viviendas y ponerlas a la venta por unos precios que oscilan entre los 98.000 y los 183.000 euros.
Este bloque de pisos, objeto de okupación, fue desalojado en marzo de 2021. Pocos meses después, el Ayuntamiento de Ciutadella pidió al Ejecutivo autonómico, tras un acuerdo de pleno, iniciar el proceso de cesión temporal obligatoria, expropiación o compra de estos pisos para ponerlos en el mercado del alquiler social a precios asequibles, ante una necesidad más que palpable en el municipio. El Govern se abrió a negociar la operación con la Sareb y ambas administraciones mantuvieron reuniones para abordar la propuesta.
Pero la Sareb consideró que los reformaría y los pondría a la venta, según explica la alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila. Indica que se planteó esta opción para un inmueble vacío y en desuso, lo que chocaba con la falta de vivienda a unos precios razonables en el municipio. La operación habría sido posible al ampararse en la Ley de Vivienda de Balears, según la que es posible expropiar con un uso temporal viviendas vacías de grandes tenedores, inscritos como tales en el registro de grandes tenedores de la Comunidad Autónoma y destinarlas al alquiler social. Hay que recordar que Ciutadella es el municipio que peor se halla para poder levantar promociones de vivienda social protegida. No dispone de suelo público disponible para ceder al Ibavi.
Pese a ello, Gomila confirma que la Sareb presentó licencia para adecuar estos pisos. Y tras su reforma, se hallan en un portal inmobiliario en busca de compradores. Las viviendas que están a la venta cuentan con dos y tres habitaciones y oscilan entre los 47 y los 87 metros cuadrados de superficie.
También los reclamó el Consell
Esta decisión tomada por el organismo estatal supone un mazazo a las previsiones del Consell quien aprobó a mediados de 2022 una propuesta en la que instaba al Govern a gestionar la salida a alquiler social de las propiedades de la Sareb. Entonces, la consellera del ramo, Cristina Gómez, ponía el ojo en las más de 100 viviendas vacías y los solares que, según sus cálculos, engrosan el patrimonio inmobiliario en Menorca de la Sareb. Sostenía que es «inaplazable hacer nuestro el suelo» que el llamado banco malo retiene en los núcleos urbanos para que el Ibavi construya allí pisos sociales. En cuanto al parque de viviendas ya construidas, afirmaba que «están pagadas y repagadas» con el presupuesto público y «es imperdonable mantener esta situación cuando una gran mayoría de la población vive una emergencia habitacional».
La Conselleria de Movilidad y Vivienda del Govern, en cambio, no tira completamente la toalla. Avanza que no hay ninguna decisión tomada con respecto a este bloque de pisos, pero lo achaca a la complejidad por su estado. Fuentes del departamento apuntan que estas dificultades llevan a que la operación «no sea una prioridad».
El apunte
Carla Gener: «No me iré sin haber comprado suelo público»
El Consell tiene reservada una partida de un millón de euros en los presupuestos de este ejercicio para la compra de suelo urbano, destinado a la construcción de vivienda protegida. La mayor parte de la cuantía está pensada para Ciutadella, municipio donde no hay suelo público disponible ni promociones de vivienda protegida en cartera. La directora insular de Vivienda, Carla Gener, y concejala en el Ayuntamiento de Ciutadella, afirmaba ayer que el departamento está trabajando en ello para lograr desatascar el problema que vive el municipio. Y avanzaba que «no me puedo ir sin haber comprado suelo público». Por su parte, la alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, indica que aún no se han sentado formalmente para hablar del tema, pero «la propuesta del Consell de comprar suelo es firme».