Una cuestión geológica, relativa a los sustratos a utilizar en la finca de Binigarba, ha impedido a la promotora y a Valeriano Allés Canet SL la obtención de licencia de obra mayor para la legalización de la obra realizada y culminar el acondicionamiento del terreno para la mejora de los trabajos agrícolas.
Los inicios de este proyecto se remontan a 2013, según consta en el acta de la Junta de Gobierno de Ciutadella, que el pasado 11 de mayo denegó la licencia a instancias de la Comisión Balear de Medio Ambiente. Una decisión que Binigarba SRM recurrió y el 2 de noviembre fue admitida solo «en parte», por una cuestión relacionada con el cálculo de la tasa urbanística. Sin embargo, fue firme la denegación de licencia y ahora el expediente regresa al departamento de disciplina urbanística. Será allí donde se prevé que se ordene la restitución de los terrenos donde se ha actuado, a propuesta de los técnicos instructores, una vez ha concluido el plazo para alegaciones sin que se hayan presentado por parte de los interesados.
Informe negativo
El Ayuntamiento de Ciutadella deniega la licencia a partir del informe desfavorable emitido por la Comisión Balear de Medio Ambiente. Este órgano solicitaba una «modificación del proyecto», para que no se aportaran materiales de fuera de la finca o que, en caso de serlo serían «substratos edáficos o litológicos de características similares a las zonas próximas a la actuación».
Este requerimiento «no se contestó» hasta en dos ocasiones. En su lugar, la empresa presentó, primero, un recurso de reposición contra el acuerdo del pleno de la Comisión, y después, un «documento técnico redactado por el geógrafo» que «no da cumplimiento a las deficiencias impuestas» y «contradice abiertamente las condiciones impuestas». Este incumplimiento reiterado motivó el informe negativo de cara a la solicitud de la licencia tramitada.
Por otro lado, la Comisión consideró que la intervención «supone una gran transformación del suelo, con formaciones de desmontes con una superficie de 49.484 metros cuadrados (44.648 metros cúbicos de volúmen) y formación de terraplenos con una superficie de 18.115,52 metros cuadrados (15.988,20 metros cúbicos de volúmen)». En consecuencia, «e trata de «una actuación de transformaciones de usos del suelo que implican la eliminación de cubierta vegetal», la cual está sujeta a evaluación de impacto ambiental.
El apunte
Sin afectación al patrimonio histórico y con puntualizaciones sobre las extracciones
El expediente para conceder esta licencia ha pasado por los departamentos de Patrimonio y de Economía del Consell.
La proximidad del yacimiento de Son Sivineta fue analizado, y se informó que los trabajos en Binigarba garantizaban su protección» al haber suficiente distancia. Igualmente, desde el área económica, se «informó favorablemente» en su momento aunque «exclusivamente desde el punto de vista agrario».
La Comisión de Medio Ambiente señaló que «no se podrá profundizar más de 3 metros de altura», condición que cumplía el proyecto, y que era competencia del Ayuntamiento velar para que «todo el material que se extraiga de la finca Binigarba se destine exclusivamente al llenado para restauración de la cantera mencionada en el proyecto [Son Sintas] y no se proceda a su venta o reutilización», como recogía el proyecto.