Unidas Podemos ha pedido a todos los ayuntamientos de Menorca que faciliten los trámites urbanísticos para que puedan convertirse en viviendas los locales comerciales vacíos que han proliferado por decenas en los últimos años y que carecen de perspectiva de ocupación por nuevos negocios. «Ante las dificultades de acceso a la vivienda y los precios prohibitivos del mercado ha llegado el momento de que los consistorios cambien sus ordenanzas o planes urbanísticos», ha reclamado el partido de la consellera insular de Vivienda, Cristina Gómez, siempre que estos locales cumplan con las condiciones para el cambio.
Lo que años atrás se veía como una alternativa de muy difícil aplicación, empieza a ganar adeptos poco a poco. Las principales dificultades son la necesidad de cumplir con los requisitos de habitabilidad que fija el Govern o las restricciones que aplican los planes generales a la hora de establecer la densidad residencial de ciertos edificios. La abierta defensa de esta medida que ha protagonizado ahora Unidas Podemos en Menorca ha sido respondida este jueves por los grupos de la oposición, que llevaban tiempo reclamando algo parecido sin demasiado éxito.
El diputado del Grupo Popular Lluís Camps ha criticado que hace apenas dos años la mayoría progresista en el Parlament votó en contra de una iniciativa suya que pedía «reconocer el uso como vivienda, de forma excepcional, en todos los locales comerciales de planta baja de las promociones del Ibavi» siempre que cumplieran los requisitos para destinarlos preferentemente a personas con dependencia y necesidades especiales. La propuesta quedó en un cajón por el voto en contra del PSOE, Unidas Podemos, Més per Mallorca y el Grupo Mixto.
Más suerte corrió, en cambio, una iniciativa de Ciudadanos que se debatió en el pleno del Consell de Menorca el pasado mes de julio. Entonces sí se aprobó, con el apoyo del equipo de gobierno insular, un punto que le instaba a estudiar las fórmulas legales para relajar las exigencias urbanísticas que pesan ahora para la conversión de locales comerciales en viviendas. La idea del conseller Eugenio Ayuso era dar respuesta a personas mayores o con movilidad reducida. Medio año después, el conseller se sorprende de la «lentitud» del Consell en poner en marcha el encargo que salió del pleno.
La consellera de Vivienda, Cristina Gómez, comparte que «hay que dar solución a la falta de vivienda y revitalizar los núcleos urbanos», que se están llenado de locales vacíos, muchos de ellos por el cierre de oficinas bancarias. La portavoz de Unidas Podemos también es consciente de las dificultades, ya que «no es labor fácil facilitar que los, locales cerrados puedan cumplir las condiciones de habitabilidad».
Otra opción que plantea para estos locales vacíos es que se pueda crear una bolsa pública de locales, que pueda «ayudar a los jóvenes emprendedores». La idea sería que los ayuntamientos compraran los locales y posteriormente los sacaran a subasta para emprendedores. Gómez pone como ejemplo la ciudad de Barcelona, que ha impulsado una medida similar, con la que ha puesto a disposición 36 locales con una reducción del precio de alquiler de entre el 30 y el 50 por ciento.