Ni hay empresas con más de 250 empleados en Menorca ni las hay tampoco que facturen más de 50 millones. Son las dos condiciones requeridas para aplicar la ley de paridad que aprobó ayer el Consejo de Ministros y que no tendrá incidencia en el tejido empresarial de la Isla.
Las únicas empresas de ámbito insular que alcanzan esa cifra de trabajadores son tres conocidas firmas turísticas unidas por el denominador común de su carácter familiar. Pero no tienen más de 250 empleados de media sino que llegan a esa cifra en determinados momentos punta de la temporada, según han confirmado fuentes del sector hotelero insular.
Las grandes plantillas en centros de trabajo de la Isla corresponden a organismos oficiales como el aeropuerto o el hospital Mateu Orfila, pero se enmarcan en ambos casos en una administración centralizada o en la autonómica, no son empresas estrictamente menorquinas.
Industria
El tejido industrial de la Isla también queda lejos de esos parámetros, aunque no ha necesitado la coerción legal para incorporar cada vez más a la mujer en la toma de decisiones de las empresas, según recuerda María García, secretaria general de la pequeña y mediana empresa menorquina.
«Estamos hablando de una gran mayoría de empresas familiares y es la familia, independientemente de si son hombres o mujeres, la que está en el consejo de administración», explica. Entiende el objetivo de estas iniciativas legales con el fin de que la mujer gane peso e intervenga más en la vida pública y en la dirección empresarial, «pero no por mujer sino por valía, conocimiento y preparación», matiza.
La presencia femenina en ambos ámbitos ha ido ganando terreno por esa circunstancia, «ahora no es un impedimento ser mujer para llegar a un consejo de administración o a la dirección, lo que no evita que haya ciertas desventajas y condicionamientos como el de la maternidad. Al margen de esto creo que es un debate superado», admite García.