Las pensiones contributivas de nueve millones de jubilados se han revalorizado un 8,5 por ciento para compensar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Es el resultado de la media del IPC entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022. No obstante, esta subida en las nóminas de los pensionistas tendrá sus efectos sobre la declaración de la renta. Es cierto, no obstante, que este salto no tendrá incidencia en la declaración que está a punto de empezar sino en la próxima, en la que se rendirán cuentas del año fiscal de 2023.
Los asesores fiscales indican que si no se deflacta la escala, se ganará más, pero también se pagará más. Y es que, las pensiones son consideradas rendimientos del trabajo, al igual que los salarios. Por eso, los pensionistas pagarán IRPF exactamente igual que cuando estaban en activo. Y por tanto, parte de los 13.000 millones de euros volverá al estado vía impuestos. Y habrá situaciones en las que el alza del IRPF suponga un revés: pasar el umbral y verse obligado a presentar la declaración cuando hasta el momento quedaba exento o un cambio del tramo y tener que hacer frente a una mayor carga tributaria. Se estima que las pensiones mínimas contributivas subirán entre 18 y 113 euros al mes, según la clase de pensión y las circunstancias personales. Y la pensión máxima de jubilación se situará en 3.059 euros mensuales por catorce pagas, frente a los 2.819 anteriores.
Hay que recordar que un pensionista no tiene obligación de hacer la declaración de la renta cuando su prestación sea su único ingreso y sea menor de 22.000 euros anuales. En el caso de que tenga varios pagadores, tampoco tendrá obligación de presentarla si la suma de las cantidades percibidas por el segundo y siguientes pagadores no superan los 1.500 euros.
Hay que recordar que ya en 2022 las pensiones incrementaron un 2,5 por ciento y que vinculaba el aumento de las prestaciones al IPC medio entre diciembre y noviembre del ejercicio anterior, con el objetivo de que los jubilados no perdieran poder adquisitivo. Su efecto sobre el IRPF, de muy poco calado, sí se dejará notar en la declaración que se elaborará a partir del día 11.
El apunte
Hucha para las pensiones com un nuevo impuesto que ya toca el bolsillo
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es un impuesto que ha empezado a aplicarse en 2023 y cuyo objetivo es fortalecer el sistema de pensiones a largo plazo. Esta nueva cotización es de un 0,6 por ciento sobre la base de cotización de contingencias comunes. De esta manera, el trabajador asume el 0,1 por ciento de este total frente al 0,5 por ciento que costeará la empresa. Para una nómina de sueldo bruto de 1.500 euros, el trabajador asumirá 1,50 euros, mientras que la empresa deberá abonar 7,50 euros. Los expertos indican que «de algún sitio debe pagarse la subida de las pensiones y las ayudas». Crecerá hasta el 1,2 por ciento en 2029.