Los fuegos artificiales de las fiestas patronales de Menorca de este verano volverán a ser de potencia reducida. Eso es, porque después de un año, no se ha avanzado en la habilitación de un polvorín que permita almacenar durante varios meses el material pirotécnico, siguiendo la normativa vigente.
Así quedó patente en la última Junta de Alcaldes celebrada esta semana en Es Castell, donde se comprobó que no ha habido avances para acondicionar el polvorín de la Base Naval, que se baraja como opción.
Desde la Conselleria de Cooperación Local, su directora insular, Nati Benejam, apunta que, para utilizar las instalaciones en el puerto de Maó es preciso, primero, establecer un convenio para la cesión de uso de parte de la Armada. Además, «hay que hacer unos arreglos», con una intervención presupuestada en más de 100.000 euros.
Con todo, para las celebraciones locales de los próximos meses, se tendrá que recurrir a la misma fórmula del año pasado, con fuegos artificiales de menor carga, los cuales, por otro lado, reducen los riesgos ante posibles incendios. Y es que, según recordaba Benejam, cada vez «el clima es más seco» y la normativa es más estricta, a la hora de autorizar la pirotecnia. De ahí, que se estén proponiendo fórmulas alternativas de cara al futuro.
El apunte
Propuesta para sustituir la pirotecnia por espectáculos alternativos
En la Junta de Alcaldes, la alcaldesa de Es Castell, Joana Escandell, propuso sustituir los fuegos artificiales por otros espectáculos, como drones luminosos u otros, como el que se vio el verano pasado en Es Castell. Entonces, el lanzamiento de los fuegos (de menor potencia) no se hizo, como habitualmente, desde laIlla Plana, sino desde una plataforma flotante a 40 metros del Moll d’en Pons, y al día siguiente hubo un espectáculo de luz y sonido en Calesfonts. Por ahora, la propuesta no parece convencer al resto de alcaldes.