El primer plan estratégico del Govern balear para el mantenimiento del sector ganadero y la viabilidad económica y sostenible de las explotaciones busca diversificar la actividad y la producción a nivel insular. «En Menorca domina el vacuno de leche, pero el vacuno de carne tiene recorrido y el ovino-caprino debería tenerlo», asegura Fernando Fernández, director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. El plan prevé poner en marcha una serie de medidas para alcanzar los objetivos definidos y, para ello, contempla una inversión mínima de 66 millones de euros ampliables hasta 98 millones de euros.
Se trata de la primera hoja de ruta que se redacta para el sector ganadero de las Islas y se ha planteado con el horizonte puesto en 2027, un periodo que no es casual, indica Fernando Fernández, al coincidir con el de la Política Agrícola Común (PAC). Con ella se pretenden explorar alternativas eficaces para mejorar la rentabilidad de las explotaciones y generar productos de origen animal de gran calidad. En este sentido, el Govern es partidario de impulsar las razas ganaderas autóctonas y de implantar un distintivo diferenciador balear para valorizar los productos. «La carne con sello de garantía tiene el mismo efecto que el queso que tiene el distintivo DOP (denominación de origen protegida)», recuerda Fernández.
Preservar el suelo agrícola
A la defensa de la biodiversidad le sigue la intención de garantizar una mayor soberanía alimentaria y economía circular. Es aquí donde entran en juego los objetivos de preservar el suelo agrícola con finalidad agropecuaria y de impulsar los cultivos autóctonos necesarios para la ganadería. «Somos deficientes y esto supone muchos gastos para las explotaciones», explica el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural. Optimizar la producción de cereales y leguminosas en cada explotación a través de un plan proteico que garantice el autoabastecimiento del sector ganadero es «funtamental para Menorca», insiste Fernando Fernández, ya que aún no se alcanza ni el diez por ciento.
También en relación con el desarrollo sostenible en la ganadería se incorporan otras posibles actuaciones como implementar el sistema de créditos de carbono para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente de metano. Hay que recordar que este sistema se creó en el Protocolo de Kioto de 1997 y se confirmó en los Acuerdos de París de 2015 con vistas a hacer más fácil el cálculo de la cantidad de gases que se esparcen en el aire y compensar su emisión. «Reducir el metano emitido por el ganado permitirá a las explotaciones obtener ingresos que provendrán de empresas que necesitan compensar su huella de carbono», aclara Fernando Fernández.
Invertir en modernización
Modernizar las instalaciones de las explotaciones de vacuno de leche para adecuarlas a las mejoras técnicas existentes y a los requerimientos de manejo, bienestar animal, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental es otro de los propósitos que persigue este primer plan estratégico del Govern para la ganadería. «Haremos una evaluación de las necesidades de cada explotación y priorizaremos las actuaciones en función de la urgencia y el grado de inversión», puntualiza el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que anuncia que durante este mes de abril atenderán las aportaciones de los ganaderos para acabar de ajustar el plan.
El apunte
Atraer jóvenes a la actividad avícola y cunícola para que vuelvan al campo
El primer plan estratégico del Govern balear para la ganadería de las Islas tiene como finalidad, entre otras, ofrecer la ganadería como una alternativa profesional, fomentando la incorporación de mujeres y jóvenes a esta actividad económica. Para ello, pone el énfasis en algunos sectores ganaderos que han quedado ensombrecidos, como el avícola y el cunícola. Afirma Fernando Fernández, director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, que la inversión para crear granjas avícolas y cunícolas es mucho menor y que en estos dos sectores no hay problemas de comercialización. Una realidad, asegura, atractiva para que los jóvenes vuelvan al campo.