La filtración de agua de mar obliga a reparar el alcantarillado recién instalado en Fornells

La depuradora de Es Mercadal tendría que estar abasteciendo ya a la comunidad de regantes del Camí de Tramuntana a pleno rendimiento y no a la mitad, como han sufrido propietarios y payeses en los tres últimos años. Sin embargo, el exceso de salinidad procedente de Fornells continúa limitando su uso.

La gran reforma del puerto de Fornells, todavía en ejecución, incluía la renovación de la red de saneamiento en la fase del Passeig Marítim que ya había concluido. Era allí donde se había localizado la filtración de agua salada por inclusión marina que acababa llegando a la depuradora, pero la obra ha tenido que revisarse al detectarse un sellado fallido en varias de las acometidas distribuidas por la zona.

Esta anomalía se conoció hace unos dos meses por lo que, ante la sorpresa y el estupor de los vecinos, algunos espacios que ya habían sido pavimentados y parecían completamente terminados se están volviendo a levantar para revisar las canalizaciones y volver a sellarlas al objeto de frenar las filtraciones que perjudican a la estación depuradora.

La inclusión marina se manifiesta, preferentemente, cuando sube el nivel del mar, señala el alcalde, Francesc Ametller, también contrariado por la situación. «Deseamos que todo esto acabe cuanto antes, es cierto que no tenía que haber sucedido aunque puede pasar, como ha ocurrido con otras situaciones de toda esta obra, pero ha sido así». El primer edil precisa que la constructora está trabajando con cámaras cuando sube el mar para dar con los sellados deficientes por los que se filtra el agua salada. Cuando se observa la anomalía es cuando se procede a levantar de nuevo el pavimento para subsanarla en la acometida correspondiente.

Esta circunstancia va a suponer, aventura el alcalde, otro retraso en la conclusión de la obra urbana, al tiempo que provoca quejas y molestias entre vecindario y restauradores por el reciente inicio de la temporada.