«Hay un metro de posidonia en la cala. De cada diez turistas que vienen a la playa, ocho se van». Es la queja del responsable de la concesión de los servicios de la playa de Cala Tirant, que denuncia que con el inicio de la temporada turística no se han retirado las algas, lo que está afectando a su negocio y al de otras empresas que trabajan en la cala de Es Mercadal.
La posidonia se acumula en la playa pequeña de Cala Tirant y, a diferencia de otros años, el Consell ha decidido no actuar, se lamenta el empresario que gestiona desde hace tres años el alquiler de hamacas, sombrillas, velomares, kayaks y paddle surf en esta cala.
El negocio se ha resentido. «Hay mal olor, mosquitos,… y los bañistas que bajan a la playa, dan media vuelta y se marchan», asegura. El concesionario ya se ha puesto en contacto con FCC, la adjudicataria del servicio de limpieza de playas, que le ha asegurado que las directrices es que la posidonia de Cala Tirant no se toque, al menos de momento. También se ha dirigido al Ayuntamiento y «me ha intentado ayudar», pero la situación sigue igual que cuando empezó a ofrecer los servicios el pasado 29 de mayo.
«Ya sé que la posidonia no es suciedad, pero la temporada son cuatro meses y la gente viene a Menorca por el sol y playa, y no les gusta estar junto a las algas», se lamenta, y cree que «lo que se tendría que hacer es lo que se ha hecho siempre: poner las algas en las dunas y después devolverlas al mar», destaca.
Además de la reducción del número de bañistas, por culpa de la posidonia, con la consecuente bajada de clientes y facturación, el concesionario también se queja de que justamente las algas están concentradas en la zona de desembarque de los velomares, donde hay un desnivel de hasta un metro, lo que obliga a los trabajadores a realizar un esfuerzo extraordinario para entrar los velomares al agua y para sacarlos. «Si no quitan las algas, como mínimo que aplanen este enorme desnivel», reclama.