La terminal de salidas del Aeropuerto de Menorca se convirtió la noche del viernes en el alojamiento forzoso de cerca de 400 pasajeros de la compañía Easyjet. Todos ellos sufrieron la cancelación de los vuelos internacionales que debían tomar a última hora del jueves. Al ser en su mayoría turistas y no ofrecerles la compañía una alternativa de alojamiento para pasar la noche, la mayor parte de los afectados se vieron forzados a dormir en cualquier rincón de las instalaciones aeroportuarias.
Los vuelos cancelados, según consta en el registro de salidas del Aeropuerto de Menorca, fueron los de Easyjet que debían salir a las 22.45 y 22.55 horas con destino a Lisboa y Londres, respectivamente. Se trata de vuelos ocupados en su práctica totalidad por turistas que habían pagado su billete para regresar a casa después de pasar unos días de vacaciones en Menorca.
El Aeropuerto de Menorca no opera las 24 horas del día y no admite vuelos pasada la una de la madrugada. Es responsabilidad de las compañías aéreas ofrecer un alojamiento a sus pasajeros cuando cancela un vuelo por no poder cumplir los horarios programados, algo que no siempre sucede. En estos casos y de forma excepcional, el aeródromo permite a los usuarios afectados pernoctar en sus instalaciones, si bien carece, como es lógico, de la infraestructura para atenderlos de forma correcta, lo que da pie a situaciones como la que ilustra este artículo, donde se ve a una pasajera durmiendo en el suelo.
La aparición de las low cost ha propiciado este trato a sus pasajeros. No hace tantos años operaban compañías como Britannia, seria donde las haya, en casos parecidos al de la noticia, sus pasajeros si pernoctaban por necesidad en el aeropuerto, no quedaban desatendidos nunca. Las guías de Britannia ayudaban al personal de aena a repartir mantas y alguna necesidad más. Al mismo tiempo aena obligaba a la compañía handling en este caso Aviaco, a dejar un retén de su personal para cualquier incidencia que pudiera surgir, dándose el caso que personal que había comenzado a las 15 su turno prolongaba voluntariamente hasta las 7 del día siguiente. Parece una batallita pero así era en realidad. Hoy, como en todos los ámbitos "sálvese el que pueda"