Por el puerto comercial de Son Blanc, en Ciutadella, entraron a diario 60 camiones cargados de mercancías durante el pasado julio, mes que registró 124 llegadas y salidas al día de vehículos –tanto llenos como vacíos–, que transitaron por una terminal que hace años desbancó a Maó en el movimiento de mercaderías, pero que no cuenta con una zona logística para toda esta operativa.
Las empresas de transporte recurren a sus propias instalaciones pero si estas se encuentran lejos, en Maó o Alaior, y el cambio de chóferes y plataformas se tiene que hacer en poco tiempo, no tienen más remedio que buscar un espacio cerca del dique o estacionar en el polígono de Ciutadella, que en muchas ocasiones se satura.
El Plan General de Puertos de les Illes Balears, aprobado por el Consell de Govern el pasado abril, antes del cambio de color político del Ejecutivo balear, prevé esa necesidad de espacio portuario para la logística en Ciutadella, aunque sin poner plazo a una actuación concreta.
El documento, que contempla actuaciones en los puertos de competencia autonómica, incorpora la posibilidad de crear un estacionamiento de turismos de larga estancia y «eventualmente analizar la conveniencia de un estacionamiento de camiones y una zona logística». Nuevas infraestructuras que vienen justificadas por un tráfico que el mes pasado movió 3.858 camiones (llenos y vacíos) y cuya ruta más activa en cuando a mercancías es la que une Ciutadella con Barcelona. De la ciudad condal llegan sobre todo los trailers y de Mallorca proceden más camiones rígidos, y mientras en el puerto de Maó, de titularidad estatal, hay estiba, que permite la manipulación de vehículos y carga, en Son Blanc no hay esa mano portuaria.
Maó presenta más facilidades en ese sentido pero el tráfico de mercancías se centra en Ciutadella, mientras a poniente llegan en torno a esos sesenta camiones cargados al día en verano, en levante vienen la mitad, 30 o 35 «como mucho 40», explica Lluís Moll, gerente de Mascaró Morera, SL, la empresa que mueve entre un 25 y un 30 por ciento de toda esa carga en la Isla.
El puerto de Ciutadella es «de una importancia absoluta» en estos momentos para la entrada de mercancía en Menorca, afirma Joaquín Bisbal, presidente de la Asociación de Empresas de Transporte de Menorca (Astrame), «es la línea más corta y permite combinar Barcelona, Alcúdia y Ciutadella, eso optimiza los costes de la naviera». Es obvio que para los clientes de los transportistas en Ciutadella es más directo el servicio, pero también hay «muchísimos operadores de Maó que trabajan al cien por cien con el puerto de Ciutadella, optimizando al máximo las operativas», explica.
El tráfico de pasajeros, coches y carga rodada supone una importante fuente de ingresos para Ports IB, la empresa pública que depende de la nueva Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, que dirige Juan Manuel Lafuente. La alcaldesa del PP, Juana Mari Pons Torres, tiene en su agenda plantear al consejo de administración de Ports IB que se impulsen las mejoras previstas en Son Blanc, incluida la zona de estacionamiento y logística para los camiones.
«Hace falta un espacio para el embarque, habilitado para que los camiones que esperan tengan plazas de estacionamiento, a veces hasta que salen hay un tiempo de espera de dos a tres horas», señala Lluís Moll. «Nosotros hacemos el máximo de movimientos en Alaior», donde tiene la central Mascaró Morera, «pero si hay que hacer un cambio de chófer o de plataforma requieres un espacio y tenemos que ir al polígono», afirma.
Respecto a la evolución del tráfico de camiones en comparación con el año pasado, en julio las entradas y salidas aumentaron un 2,5 por ciento, y en el acumulado de enero a julio el incremento es del 7 por ciento. La cifra de camiones cargados que llegan a Son Blanc no baja del millar ningún mes del año, aunque junio y julio son los meses punta, con más de 1.800 entradas.
El apunte
Efecto colateral: el polígono de Ciutadella se satura y sigue sin ampliarse
El polígono de Ciutadella llega a saturarse de camiones estacionados en momentos puntuales y su ampliación sigue siendo una asignatura pendiente. La falta de suelo cercena proyectos e inversiones pero también afecta a la logística, mientras no se cree la zona prevista en el Plan de Puertos.
El crecimiento del polígono es una promesa electoral de la actual alcaldesa, Juana Mari Pons, quien quiere evitar que iniciativas se trasladen a otros municipios. La ampliación en el sector B-9 se ha demorado durante años. Incluso la Comisión de Economía del Parlament instó al Govern en la legislatura pasada a colaborar con Ciutadella para ampliar el polígono, a propuesta de la diputada del PP, Asunción Pons, quien ya señaló que la falta de suelo impide la creación de centros logísticos y eso deriva en un mayor tráfico por la carretera general.