Es una imagen típicamente veraniega, muy propia del mes de agosto, que se proyecta en la mayoría de zonas turísticas de la geografía nacional, más si cabe aquí, en Menorca, por las limitaciones de espacio y la llegada masiva de automóviles. Los vehículos aparcados en las cunetas de las carreteras que conducen a las playas, principalmente las consideradas urbanas, forman parte del peor paisaje insular.
En la mayoría de los casos, según los municipios consultados, se extiende una cierta flexibilidad por razones casi forzadas. No hay bolsas de aparcamientos disponibles para el número de vehículos que van a estas playas, y tampoco hay policías suficientes para sacar la libreta y multar a todos los que están mal estacionados.
La consecuencia es esa cierta permisividad que admiten algunos de estos municipios. «Con dos policías por turno y tantas cuestiones a atender, del 112, de apoyo a la Guardia Civil, 061... debemos priorizar dónde vamos, y los coches mal aparcado es lo último en importancia», señala Joan Llabrés, jefe de la Policía Local de Es Mercadal.
En Maó la llegada a Es Grau es un río de automóviles en la cuneta desde la entrada a la Albufera, aunque los agentes aseguran que no hay más requerimientos que otros años, y actúan cuando reciben un aviso. Destacan desde el Ayuntamiento el papel que realiza el policía de proximidad a nivel preventivo. Otro tanto sucede en Ciutadella. Los bolardos colocados en la carretera de Sant Joan de Missa hace dos años acabaron con los coches aparcados a uno de los lados de la vía. Ahora, como sucede por regla general, se multa cuando el vehículo obstruye la circulación o supone un peligro, indican desde ambos consistorios.
Otro de los puntos conflictivos está en la carretera de Sant Tomàs. Sus cunetas hasta la llegada a la rotonda de entrada aparecen repletas de vehículos, también en varias calles de la urbanización. Los solares a la derecha de la vía, utilizados como aparcamiento, se llenan a diario. La alcaldesa de Es Migjorn, Antonia Camps, asegura que están trabajando en la aplicación de alguna medida correctora para el próximo año, al tiempo que admite que los policías no ponen multas, salvo en casos muy concretos. «No tenemos aún la urbanización recepcionada, de ahí que no se extiendan multas, y la carretera es competencia de la Guardia Civil», indica.
Guardia Civil
El destacamento de Tráfico de la Benemérita en la Isla tampoco aplica sanciones a los vehículos mal estacionados, por regla general. Fuentes del Instituto Armado indican que son las policías locales las que actúan en zonas urbanas, y añaden que la prioridad es que la circulación no sufra obstrucciones, «y no las hay en las carreteras de Menorca por este motivo». Hay, por tanto, margen a la permisividad en estos casos, como en los de las fiestas patronales en las que también se estaciona en los márgenes de las carreteras, siempre que no haya un vado o resulte peligroso.
El apunte
Cala Galdana, de 20 a 30 multas al día por mal estacionamiento
La Policía Local de Ferreries pone entre 20 y 30 multas al día por estacionamientos incorrectos en Cala Galdana. La sabida saturación de los aparcamientos lleva a los vehículos a invadir otros espacios que pueden dificultar la circulación. «Multamos a los que estacionan en curvas o perjudican al peatón al invadir pasos habilitados», indica el jefe de Ferreries, Simón Bosch. Otro tanto sucede con la Policía Local de Alaior, que por ejemplo el martes extendió unas 20 multas en la calle de acceso al aparcamiento de la playa de Son Bou donde suelen aparcar siempre. «Nosotros denunciamos a los que infringen, el problema es poder llegar a todo», señala.