Los informes de la Policía Local de Maó han marcado en todo momento el proceso de implementación de las cámaras de vigilancia y los radares instalados en diferentes puntos del municipio que no han supuesto la emisión de ninguna multa desde que entraron en funcionamiento hace más de un año y medio. Esta es la respuesta que dio el alcalde mahonés, Héctor Pons, en el pleno municipal celebrado el jueves, en respuesta a una pregunta formulada por el concejal del Partido Popular Bernardo Pax sobre cuál ha sido el criterio que ha seguido el equipo de gobierno para no sancionar a aquellos que han cometido infracciones.
«Hemos seguido criterios marcados por la Policía Local. No ha sido una decisión política, sino una decisión con base en los informes policiales y el proceso de implementación», defendió Pons, que remarcó que «hemos tenido los resultados esperados porque las dos medidas, la de las cámaras de vigilancia para pacificar el centro y la de los radares para controlar la velocidad y mejorar la seguridad, están funcionando».
Volvió a incidir en que el objetivo «no es la recaudación», aunque «creemos que es justo que si alguien debe aportar ingresos, tiene que ser el que incumple las normas». También aseguró que «estamos pendientes de concretar el personal para gestionar las denuncias que tengan que tramitarse» y que «consideramos que este invierno podremos terminar de poner en marcha este sistema».