El Ayuntamiento de Ciutadella subirá el precio del agua a los vecinos por el sobrecoste superior al 63 por ciento que se ha registrado estos dos últimos años en el funcionamiento de la desaladora y que el municipio ya no puede asumir.
El primer teniente de alcalde de Urbanismo, Joan Benejam, anunció ayer que está a la espera de recabar el inminente informe de los servicios técnicos municipales para llevar la próxima semana a pleno una revisión al alza de la tarifa de agua, que será aplicable ya a partir de enero.
La medida responde a la necesidad de repercutir, sobre todo a los hoteles y grandes consumidores, el importante encarecimiento del coste de la energía que ha disparado la cantidad anual que el consistorio debe pagar al Govern por el agua desalada.
El convenio a cuatro años vigente desde enero de 2022 incrementa el caudal mínimo a consumir, desde los 950.000 metros cúbicos de agua del contrato anterior a los 1.102.000 del actual. Y sube un 26 por ciento el precio del metro cúbico, desde los 0,95 euros que se pactaron en 2019 a los 1,1983 del convenio en vigor hasta 2026.
Pero el nuevo acuerdo también obliga al ayuntamiento a «compensar económicamente» al Govern «por los costes de prestación del servicio» y a «abonarle los gastos generados por la producción y distribución», en especial los derivados del índice energético. Y éste ha crecido tanto, otro 31 por ciento, que ha hecho subir el precio del metro cúbico desde los 1,19 euros previstos hasta 1,55.
Esto supone que, en lugar de los 1.320.526,60 euros estipulados en el convenio, el ayuntamiento deberá pagar al menos 1.708.100. Son 388.000 euros más de lo presupuestado y casi 600.000 más de lo que pagaba hasta 2021 por el uso de la desaladora, 1.138.000.
El informe técnico cifrará con precisión el desfase y propondrá una nueva revisión tarifaria, aún más progresiva que la actual, para que la subida no la note tanto el ciudadano medio como los grandes propietarios y las empresas turísticas.
Joan Benejam ya comunicó el viernes a los portavoces de los restantes grupos de la corporación la inminencia de la propuesta. Precisa de mayoría absoluta y, por tanto, del voto a favor de alguno de los grupos de la oposición, a los que «responsabiliza» directamente de no haber previsto esta situación cuando, estando en el gobierno, negociaron en el mandato anterior la revisión del convenio con el Abaqua. «En abril ya les advertimos en pleno de lo que implicaba el nuevo contrato, que así iban a hipotecar al nuevo gobierno municipal, pero no nos hicieron caso», lamenta Benejam.
La normativa europea, explica, impide que la administración pueda subvencionar el recibo del agua «y lo más adecuado es que las tarifas cubran casi por entero el coste del servicio». Pese a ello, la coalición formada por PSM, PSOE y Gent x Ciutadella decidió el año pasado asumir directamente el aumento, aunque inferior, desde las arcas municipales sin repercutirlo sobre el ciudadano.
Consultada al respecto, la Agència Balear de l'Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua) se remite estrictamente a lo firmado y asegura que «aplicará las condiciones escritas en el convenio». Es más, se desmarca de la polémica que se avecina Dalt la Sala y recuerda que «las tarifas que paga el ciudadano las pone el ayuntamiento».
La desaladora de Ciutadella se acabó de construir en 2010, pero no entró en funcionamiento hasta nueve años después, con Joana Gomila de alcaldesa. Benejam recuerda que, dos mandatos antes, el entonces alcalde popular José María de Sintas ya rechazó poner en marcha la planta al estar en desacuerdo con el precio que ofertaba el Govern.
El apunte
Incluso la tarifa más alta ahora en Ciutadella, 1,06 euros, está un 46% por debajo del coste del agua desalada
La revisión tarifaria que se avecina encarecerá las tarifas vigentes desde 2019 cuando, a raíz de la entrada en funcionamiento de la desaladora, se modificó la ordenanza municipal en cuestión. Aunque la planta desalinizadora tan solo abastece a un tercio de la población, el precio medio del agua ya se incrementó con la puesta en marcha de la instalación.
Desde entonces, existen cuatro tramos tarifarios y el precio mínimo es de 23 céntimos para las viviendas que consumen menos de 100 litros al día y de 1,06 euros, cuatro veces más, para quien gasta más de 800 litros diarios.
Según fuentes municipales, aproximadamente el 7 por ciento de los usuarios consumen el 60 por ciento del agua de toda Ciutadella. Pero incluso la tarifa que pagan estos grandes consumidores sigue estando por debajo de los 1’19 euros (coste energético aparte) que se comprometió a pagarle el Ayuntamiento de Ciutadella a Abaqua por cada metro cúbico de agua desalada. El sobrecoste de la energía ha disparado el precio hasta los 1’55 euros y el consistorio dice que ya no puede asumirlo sin un nuevo incremento de tarifas.